Que no todo lo que haya sobre el cielo
pertenece al ave que tome el vuelo.
Ya naciendo dos en nido alto, seguro,
una da en gracia, otra en suelo duro.
Es así, que la prudencia no se regala,
porque para todos es norma codiciada.
Y teme el sabio las cosas elevadas
y al misterio con que vienen reveladas.
Pues dejando aquel ave que dio en gracia
comprendió con la paradoja de su sino
la noble
tarea del vuelo cuan destino.
“Todo pájaro que
vuela a la cazuela.”
Así es la prudencia.
Aunque no aprehendo,
modillo de empeño
tomo siempre a cuenta.
Aunque no las contemple,
para las circunstancias
tomo siempre a cuenta.
Modus operandi.
Cuánto más mido con cada substancia,
siendo estas ideas espaciadas
cual metáforas de la realidad,
o alegorías de circunstancias.
Cuánto llenan con cada correlación
si toman del interior la abstracción,
como si fueran tema recurrente
en el ingenio del hombre prudente.
Confidencias.
AUTOR INVITADO:
La realidad y el modo. No basta la substancia, requiérese
también la circunstancia. Todo lo gasta un mal modo, hasta la justicia y razón.
El bueno todo lo suple: dora el no, endulça la
verdad y afeita la misma vejez. Tiene gran parte en las cosas el cómo, y es
tahúr de los gustos el modillo. Un vel portarse es la gala del vivir,
desempeña singularmente todo buen término.
Lorenço Gracián.
Oráculo manual y arte de
prudencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario