domingo, 5 de junio de 2016

Metodología proyectiva: Conclusiones.


EL DESARROLLO DE LOS MUNDOS POSIBLES:
A estas alturas, se hace evidente que la clave de la evolución humana pasa por el equilibrio intrínseco que facilita la transición hacia una globalización “hiperconectada”. De momento, este cambio en la conducta se debe claramente al continuo avance de la tecnología que produce una mejora cuantitativa y cualitativa en la trasmisión y comparación en la superabundancia de ideas. En este sentido, es la propia sociedad quien se torna en un auténtico campo de selección de ideas, en constante desarrollo. Y sin embargo, el funcionamiento de esta sociedad no es más que el reflejo de la retroalimentación neuronal de cada individuo que la compone. Es necesario insistir, en que la maximización de esta proyección se produce gracias a los medios y en especial al descubrimiento de internet, el cual funciona (más hoy día) como un amplificador de las ideas de particulares y anónimos. Un fenómeno que no deja de crecer e influir sin ningún tipo de impedimento por parte de la propia comunidad internauta. Es decir, se presenta como un refuerzo positivo ante una necesidad que queda cubierta una vez iniciado esta andadura hacia una especie de mente social e interdependiente.
Es este un proceso que parece imparable, pero en el cual, aún nos queda el consuelo de mirar directamente al camino recorrido, haciendo una retrospectiva historiográfica de la conducta con la tecnología en paralelo, para certificar el cambio e incluso datarlo gracias a la continuidad de las causas en las revoluciones del conocimiento y los descubrimientos. Para ello, mejor ponemos el foco sobre los muchos científicos que han hecho un claro incapié en la diferenciación de grado que existe en cuanto al conocimiento puro. Es decir, entre la inteligencia primitiva y los razonamientos discutidos de mayor consenso.  
Sin embargo, lo que interesa a la metodología proyectiva no es tanto materializar esos puntos concretos de manera biológica, en definitiva físicamente, sino representarlos como es debido a través del proceso evolutivo de la conducta mediante el metalenguaje de la geometría euclidiana. Y es en este trabajo, en el que la misma proyectividad se topa con dos tipos de funciones en el último taxón del hombre, ambas producto de la reintegración del individuo en el sistema social. La primera de estas dos funciones, es más primitiva y conforma el propio innatismo humano desarrollado hasta la actualidad, y que muchos psicólogos evolutivos darían por una función puramente interpretativa. Además, esta permanece anclada a los primeros procesos formativos en la mente de cada individuo, pues en las primeras fases de edad aún no existe el grado de comprensión mental suficiente sobre el simbolismo autóctono, que impide representar con exactitud la realidad física que rodea al niño. La segunda función, más evolucionada y propia de la sociedad actual expone al exhaustivo contraste que las ideas conforman sobre una agresiva selección de ideas, pues son las únicas que se reintegran en el mismo sistema que las produce de forma positiva para la propia secularización. En este sentido, las conjeturas preceptivas influyen directamente sobre el resultado tal y como lo hacen los circuitos de retroalimentación neuronal, es decir, el efecto de nuevas ideas son la causa y efecto de posibles conjeturas. Por ende, su organización causal circular demanda a la larga una reequilibración maximizadora del conocimiento intrínseco, para la correcta objetivación. Esta función desarrollada, aparece con la evolución de las abstracciones más consensuadas y científicas, (problemas que generan problemas) con lo que también es responsable directo del avance tecnológico necesario y es por ello, más representativa de la coevolución y la madurez social.


¿CÓMO PREVEE LA PROYECTIVIDAD LA POSIBILIDAD CERTERA DE CAMBIO EN UN FUTURO LEJANO?
La proyectividad, fruto del orden en su desarrollo in situ, se compone de una serie de pasos evolutivos que definen toda la realidad transitoria y eso a su vez, ofrece dos tesis complementarias: la primera es una evidencia neodarwinista, la pertenencia inalienable del hombre al conjunto restante de la realidad evolutiva que le rodea, desde una perspectiva que permite engrosar taxonómicamente la conducta desde los átomos iniciales, hasta los organismos biológicos más desarrollados conocidos. Por consiguiente, la segunda tesis que se deduce es una posibilidad de cambio en la estructura del diagrama sobre un futuro hipotético. Y esto se debe sobre todo a dos puntos claves: el primero, que la realidad evolutiva en la proyectividad queda necesariamente abierta a nuevas observaciones que amplíen la comprensión de nuestra concepción, es decir, en términos neodarwinistas la conducta humana desde la proyectividad adopta la postura de “un equilibrio dinámico” o lo que es lo mismo, “un sistema abierto en equilibrio fluido”, parafraseando a Popper; y el segundo, que se traduce en una evidencia por los cambios previos, en la concepción humana con el tránsito hacia el mencionado ser psicosocial, una modificación del diagrama que resalta la facilitación cognitiva y nos reorienta irremediablemente hacia la estructuración social, modificando nuestros esquemas de asimilación individual. En este sentido, Popper hace una descripción de este salto evolutivo del ser humano con la intensidad del ‘conocimiento puro’, tal vez no tan gradual como en la psicología evolutiva, y del marcado carácter diferencial de dicho proceso de desarrollo en la conducta, según su descripción, que explica también la tendencia contraria de este tipo de conocimiento por su alto carácter formativo de la realidad: “[…] la estructura evolucionista del desarrollo del conocimiento puro es casi opuesta a la del árbol de la evolución de los organismos vivos, los instrumentos humanos o el conocimiento aplicado. […] Por tanto, todos los problemas del conocimiento puro son problemas de explicación.”
¿Nos pueden señalar todos estos motivos de causa, una transición de cambio necesaria en un futuro hipotético que supere inclusive la misma teoría de un “homo socialis” extremo? Está claro que aceptar esta posibilidad sin una evidencia lógica que la respalde es una hipótesis un tanto vacía, pero lo que si queda patente es que esta opción está implícita dentro de la tesis concluyente, si tenemos en cuenta el gran salto que se produce con el cambio de una mentalidad primitiva a una mentalidad cognitiva madura, cada vez más próxima a la de la mente colmena.


P.D.: Para descargar el PDF de Metodología Proyectiva completa, hacer clic sobre el enlace:

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