El interior del viejo Corsa es tan frío como el
ambiente que se respira en la calle. Un día agotador, repleto de problemas. Y
en contra, nadie te asegura que mañana vuelvas a estar ahí, en busca de tu
propia tortura, la que te condiciona. Al girar el contacto, se oye la radio del
coche de manera automática.
- ¡Buenas tardes amigos! Estamos en Radio FFL.
Esto es “De Tarde”, el programa donde damos las noticias a nuestra manera.
-Como si hubiera esperado en silencio a que subiera al auto, el presentador da
paso a un programa de costumbres fijas pero que oigo para mantener la dichosa
rutina.
- Españoles… -Se mantiene en vilo.- Lo injusto,
parece haber muerto, esto es, parece haber tocado a su fin. Sí, ahora el mundo
es un poco más habitable y ecuánime, pues el propio instituto del CSIC ha
encontrado un antídoto contra este mal endémico, una vacuna que refuerza las
conductas justas en nuestra mente. Esto quiere decir, que todos los vacunados
con este brillante antibiótico se volverán, menos intencionados y sediciosos.
–Y durante dos minutos más, el interlocutor recita de forma continuada una
retahíla de noticias de la prensa escrita con el mismo hilo conductor.
La salida a la general presenta la fluidez de las
listas de espera para un trasplante. El atasco monumental no hace que mejore el
final de la jornada. Pero al menos, la radio no me abandona.
- Y bien amigos, para afrontar este horizonte que
se nos presenta, hoy tenemos aquí con nosotros a tres analistas de renombre
como lo son por un lado, el prestigioso especialista en economía, Pedro
Galimatías, catedrático de la Universidad Complutense
de Madrid y autor de varios libros… -Continúa así un buen rato.
A continuación, da paso al siguiente invitado del
programa.
- Por otro lado, tenemos a Julio Sesudo, experto
en asuntos sociales y principal representante del Instituto de Encuestas para
el bienestar social y escritor, al igual que nuestro primer invitado, de un
sinfín de tratados sobre su materia de estudio… -Etcétera y etcétera.
- Ya por último, también debo presentar al
invitado que abrirá la mesa redonda, por ser además, quien mejor nos puede detallar
todo lo referente al apartado técnico del brillante descubrimiento. El doctor
Hydeo Nodauna, investigador japonés que en colaboración con el CSIC ha dirigido
desde el principio la investigación de esta supuesta cura contra la lacra más
antigua de la existencia humana, la injusticia.
En seguida, noto que en la radio se toman muy en
serio lo que parecía una falacia de noticia. Y vuelvo sobre la carretera, donde
varias hileras de coches permanecen agolpadas para unirse en un mismo carril.
Un efecto embudo, producto de algún accidente más adelante y que me hace prever
una larga espera.
-Hola, buenas tardes. –Se oye ahora un acento
forzado en el altavoz.- La vacuna no es más que la síntesis de un bioquímico
que se produce de manera natural en las células del cerebro humano. En
definitiva, se trata de un neurotransmisor que regula la conducta y que se
encuentra de forma análoga en todos los demás animales, solo que en el estado
salvaje de su mutación genética.
- ¿Podría explicarnos mejor a que se refiere con
eso del “estado salvaje de la mutación genética”, señor Nodauna?
- Lo que quiero decir, es que entre los animales
al no existir el concepto de mentira, tal y como la concebimos los seres
humanos, tampoco existe una producción descontrolada de otro bioquímico llamado
“to-pa-mix”. En resume, este neurotransmisor queda regulado por un efecto de
saciedad natural, inducido por otro neurotransmisor. En términos que la
audiencia pueda entender, los animales en estado salvaje no ingieren más
alimento si han consumido su ración diaria.
- ¿Y cómo dicen que se denomina exactamente este
nuevo fármaco doctor? Porque tengo entendido que popularmente se le ha bautizado
de una manera un tanto singular.
- Sí, claro. En la calle se le ha bautizado como
el fármaco Salomón. Ya sabe, cosas del boca a boca. Sin embargo, el nombre del
químico es “to-pa-mi-no”.
- Curioso nombre, si señor.
Acto seguido, los contertulios continúan
exponiendo la manera de resolver esa hipotética situación de una realidad que
mantengo incrédula, pura ciencia ficción.
- Todo eso parece bastante interesante pero señor
Galimatías, cómo prevé usted una economía equilibrada para este nuevo mundo, si
ya podemos llamarlo así, para no generar nuevos desequilibrios al trasplantar
al sistema económico esa sostenibilidad inducida por el bioquímico.
- Lo primero, buenas tarde a todos. –Se presenta
el susodicho.- Creo que la mejor manera de afrontar este nuevo futuro, ahora
que es más cierto gracias al descubrimiento implicado, es trazar una senda
adecuada en lo que respecta a los tipos de intereses principalmente y por
tanto, no crear nuevas desbarajustes o desequilibrios, como usted mismo ha
mencionado, mediante las economías sumergidas de mi sector, que al fin y al
cabo, es el que genera el mayor grueso de las deficiencias del pasado.
- Pues sí que se lo toman en serio, sí. –Me digo
en voz alta, recordando la multitud de problemas que se desprenden de mi propia
historia.- No veo en que puede ayudarme todo esto a resolver lo mío.
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