domingo, 10 de abril de 2016

Relato: Injustas injusticias. Parte I

El interior del viejo Corsa es tan frío como el ambiente que se respira en la calle. Un día agotador, repleto de problemas. Y en contra, nadie te asegura que mañana vuelvas a estar ahí, en busca de tu propia tortura, la que te condiciona. Al girar el contacto, se oye la radio del coche de manera automática.
- ¡Buenas tardes amigos! Estamos en Radio FFL. Esto es “De Tarde”, el programa donde damos las noticias a nuestra manera. -Como si hubiera esperado en silencio a que subiera al auto, el presentador da paso a un programa de costumbres fijas pero que oigo para mantener la dichosa rutina.
- Españoles… -Se mantiene en vilo.- Lo injusto, parece haber muerto, esto es, parece haber tocado a su fin. Sí, ahora el mundo es un poco más habitable y ecuánime, pues el propio instituto del CSIC ha encontrado un antídoto contra este mal endémico, una vacuna que refuerza las conductas justas en nuestra mente. Esto quiere decir, que todos los vacunados con este brillante antibiótico se volverán, menos intencionados y sediciosos. –Y durante dos minutos más, el interlocutor recita de forma continuada una retahíla de noticias de la prensa escrita con el mismo hilo conductor.
La salida a la general presenta la fluidez de las listas de espera para un trasplante. El atasco monumental no hace que mejore el final de la jornada. Pero al menos, la radio no me abandona.
- Y bien amigos, para afrontar este horizonte que se nos presenta, hoy tenemos aquí con nosotros a tres analistas de renombre como lo son por un lado, el prestigioso especialista en economía, Pedro Galimatías, catedrático de la Universidad Complutense de Madrid y autor de varios libros… -Continúa así un buen rato.
A continuación, da paso al siguiente invitado del programa.
- Por otro lado, tenemos a Julio Sesudo, experto en asuntos sociales y principal representante del Instituto de Encuestas para el bienestar social y escritor, al igual que nuestro primer invitado, de un sinfín de tratados sobre su materia de estudio… -Etcétera y etcétera.
- Ya por último, también debo presentar al invitado que abrirá la mesa redonda, por ser además, quien mejor nos puede detallar todo lo referente al apartado técnico del brillante descubrimiento. El doctor Hydeo Nodauna, investigador japonés que en colaboración con el CSIC ha dirigido desde el principio la investigación de esta supuesta cura contra la lacra más antigua de la existencia humana, la injusticia.
En seguida, noto que en la radio se toman muy en serio lo que parecía una falacia de noticia. Y vuelvo sobre la carretera, donde varias hileras de coches permanecen agolpadas para unirse en un mismo carril. Un efecto embudo, producto de algún accidente más adelante y que me hace prever una larga espera.
-Hola, buenas tardes. –Se oye ahora un acento forzado en el altavoz.- La vacuna no es más que la síntesis de un bioquímico que se produce de manera natural en las células del cerebro humano. En definitiva, se trata de un neurotransmisor que regula la conducta y que se encuentra de forma análoga en todos los demás animales, solo que en el estado salvaje de su mutación genética.
- ¿Podría explicarnos mejor a que se refiere con eso del “estado salvaje de la mutación genética”, señor Nodauna?
- Lo que quiero decir, es que entre los animales al no existir el concepto de mentira, tal y como la concebimos los seres humanos, tampoco existe una producción descontrolada de otro bioquímico llamado “to-pa-mix”. En resume, este neurotransmisor queda regulado por un efecto de saciedad natural, inducido por otro neurotransmisor. En términos que la audiencia pueda entender, los animales en estado salvaje no ingieren más alimento si han consumido su ración diaria.
- ¿Y cómo dicen que se denomina exactamente este nuevo fármaco doctor? Porque tengo entendido que popularmente se le ha bautizado de una manera un tanto singular.
- Sí, claro. En la calle se le ha bautizado como el fármaco Salomón. Ya sabe, cosas del boca a boca. Sin embargo, el nombre del químico es “to-pa-mi-no”.
- Curioso nombre, si señor. 
Acto seguido, los contertulios continúan exponiendo la manera de resolver esa hipotética situación de una realidad que mantengo incrédula, pura ciencia ficción.
- Todo eso parece bastante interesante pero señor Galimatías, cómo prevé usted una economía equilibrada para este nuevo mundo, si ya podemos llamarlo así, para no generar nuevos desequilibrios al trasplantar al sistema económico esa sostenibilidad inducida por el bioquímico.
- Lo primero, buenas tarde a todos. –Se presenta el susodicho.- Creo que la mejor manera de afrontar este nuevo futuro, ahora que es más cierto gracias al descubrimiento implicado, es trazar una senda adecuada en lo que respecta a los tipos de intereses principalmente y por tanto, no crear nuevas desbarajustes o desequilibrios, como usted mismo ha mencionado, mediante las economías sumergidas de mi sector, que al fin y al cabo, es el que genera el mayor grueso de las deficiencias del pasado.
- Pues sí que se lo toman en serio, sí. –Me digo en voz alta, recordando la multitud de problemas que se desprenden de mi propia historia.- No veo en que puede ayudarme todo esto a resolver lo mío. 

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