lunes, 29 de septiembre de 2014

2. Ejercicio de matemáticas aplicadas: Sucesiones de valores empíricos.

JUICIOS O SUCESIÓN DE VALORES:
Para comprobar si los resultados de este ejercicio nos pueden ofrecer una perspectiva de contraste amplia, utilizaremos unos ejemplos de sucesiones que relacionan sus distintos valores de tiempo y riesgo, representadosjunto a los otros descubrimientos en una misma gráfica.
SUCESIÓN 1:
PASADO 1: En el año 1510, Copérnico realiza una serie de observaciones que describen los movimientosde la tierra y el resto de planetas en órbitas circulares concéntricas alrededor del Sol. Este descubrimiento se conoce como el sistema heliocéntrico copernicano. 
PASADO 2: Entre 1609 y 1628 Kepler publica una serie de obras que describen las leyes de los movimientos precisos de los planetas en torno al punto focal del Sol, revolucionando el sistema copernicano. Dichas leyes son: todo planeta se mueve en forma elíptica; un rayo que va desde el Sol al planeta barre áreas iguales de la elipse en tiempos iguales; el cuadrado del período es proporcional al cubo de la distancia media entre el planeta y el Sol.
PASADO 3: Entre los años 1632 y 1639 Galileo formula los principios de la dinámica que establecen la ley de la inercia defendiendo con ello la teoría heliocéntrica del universo, elaborada por Copérnico y Kepler.
PASADO 4: En el año 1687 Isaac Newton publica los tres principios de la mecánica clásica: principio de inercia, principio fundamental de la dinámica y principio de acción y reacción. Este principio se establece en relación a todos los cuerpos materiales por lo que pasan a llamarse ley de la gravitación universalbasado en los hallazgos de Galileo y en las leyes de Kepler.


SUCESIÓN 2:
PASADO 1: En el año 1900 Planck formula una descripción matemática completa del comportamiento de los cuerpos negros. Estos desarrollos trascienden al ámbito de la termodinámica para constituirse en los fundamentos de la teoría de los cuantos y de la constante universal, que relaciona la frecuencia de la radiación emitida por un átomo con la cantidad de energía que transporta dicha radiación, también denominada cuantos de acción de Planck.
PASADO 2: En el año 1916 Einstein publica un artículo en el que analiza el fenómeno de la gravitación como un campo que se curva en el continuo espacio-tiempo, así como la no uniformidad de los movimientos aceleradores. Este marco teórico se conoce generalmente como teoría de la relatividad general. Estas nuevas teorías engloban sus postulados en una particularización de la mecánica newtonianaclásica.    
PASADO 3: En el año 1913 Niels Bohr describe un modelo atómico que tuvo en cuenta las hipótesis cuánticas y relativistas apuntadas por Planck y Einstein.
PASADO 4: En el año 1923 el físico Compton descubre un fenómeno por el cual la radiación electromagnética que incide sobre ciertas superficies sale con una longitud de onda mayor que la que entra. Este efecto solo puede explicarse a partir de los principios de la mecánica cuántica.
PASADO 5: En el año 1927 el físico Heisenberg demuestra que nos es posible conocer el valor con absoluta exactitud en el marco de la física cuántica. Este principio de incertidumbre rompe con el determinismo newtoniano y ayuda a configurar una teoría cuántica mediante el uso de matrices.

  

SUCESIÓN 3:
PASADO 1: En el año 1828 Friedrich Wöhler sintetiza urea a partir de cloruro amónico y cianuro de plata. Se rompe la división existente hasta ese momento, entre los campos de la química y la biología.
PASADO 2: En el año 1859 Charles Darwin publica el resultado de un compendio de datos que le llevan a formular la teoría de la evolución basada en la selección natural. Este principio que reúne gran cantidad de datos para desarrollar algunos conceptos sobre la herencia genética de algún tipo con referencia al descubrimiento de Wöhler.
PASADO 3: Entre los años 1889 Francis Galton publica una serie de estudios que relacionan la herencia genética, la influencia del medio en el desarrollo humano y el factor hereditario en la inteligencia. Galton es también conocido como el padre de la eugenesia y sus teorías se sustentan en las conclusiones de su primo Charles Darwin.
PASADO 4: En el año 1939 Staudinger descubre la verdadera naturaleza de los polímeros e introduce el término macromolécula para referirse a estas sustancias. Muchas de las biomoléculas de los seres vivos son poliméricas, denominadas de este modo biopolímeros.
PASADO 5: En el año 1943 OswaldAvery llega a la conclusión de que los ácidos nucleicos son la sustancia transformadora de las células, mediante actividades bioquímicas.
PASADO 6: En el año 1953 se descubre la estructura molecular simétrica del ADN por los investigadores Francis Crick, James D. Watson y Maurice Wilkins.   
PASADO 7: En el año 2000 se publica un borrador preliminar de la cartografía de secuenciación del genoma humano, confirmando el ADN como la cadena de información más completa sobre el proceso evolutivo de cada célula en un organismo biológico. 


Finalmente podemos configurar todas las sumatorias juntas sobre una misma gráfica que relacione las sucesiones, para comprobar cómo se amplían los valores de algunas sucesiones de juicios empíricos que se conectan por los distintos campos del conocimiento ramificado. En este sentido, podemos observar que al conjugar en la misma representación geométrica los valores relacionados con la física mediante la mecánica clásica de Newton y los descubrimientos posteriores sobre mecánica cuántica de Planck, amplían notablemente los valores numéricos de las sucesión 2 en la rama que relaciona los juicios de física en general, en comparación con la sucesión 3 que trata sobre biología. Esto quiere decir que a medida que sigamos añadiendo juicios basados en teorías empíricas del pasado y que se relacionen entre sí en distintas ramas comunes, los valores numéricos de los descubrimientos finales serán mayores.


lunes, 22 de septiembre de 2014

1. Ejercicio de matemáticas aplicadas: Sistema de valores numéricos para juicios empíricos.

En un grupo cualquiera para buscar el consenso, se crea un sistema de valores numéricos en torno a una serie de juicios empíricos para valorar la mayor probabilidad y repercusión en los próximos acontecimientos. Para realizar esta tarea se puede utilizar cualquier conocimiento adquirido con unas bases demostrativas y empíricas mediante los hallazgos realizados en los distintos campos del conocimiento. Después, los valores numéricos se asignan en dos relaciones directas: una de “riesgo” y otra de “tiempo”.
Para la primera relación, los enunciados se someten a un proceso de falsación o estudio de juicios empíricos, utilizando la mejor aproximación a una composición semántica correcta ayudándonos de las bases establecidas por autores como Quine, Wittgenstein o Russell. Para este factor “riesgo”, el grupo debe llegar a un consenso previo en la adopción de cada juicio probable como válido es decir, que se dedicará de forma directa a la falsación y al contraste del conocimiento que se exponen inicialmente.
EJEMPLO:
1. Algunos de los componentes del grupo han decidido formular juicios basados en la física práctica que se sustentan en teoremas o principios de alto nivel de contraste y por tanto de menor “riesgo” de formulación. Sin embargo, en este sentido puede ser dudoso afirmar:
“El sol es producto de las reacciones de fusiones atómicas entre partículas de hidrógeno.” Para el resto de componentes, los elementos que intervienen en la formación de una estrella requieren de mayor precisión semántica y empírica, como por ejemplo, mencionar la interacción del proceso gravitacional.
2. Otro ejemplo de mayor precisión, sería utilizar un principio o teorema de las matemáticas aplicadas sobre espacios geométricos que ofrecen un refugio más estable para los juicios empíricos con menor “riesgo” de formulación. Sin embargo, en este sentido puede ser dudoso afirmar:
“Según el teorema de Pitágoras la suma de los catetos al cuadrado, es igual al cuadrado de la hipotenusa.” Para el grupo de falsación es necesario precisar en la formulación de este juicio y delimitar a qué figuras geométricas se aplica este teorema.
Para confirmar la segunda relación que propone un factor “tiempo”, daremos un orden cronológico a los juicios en un espacio lineal de la historia, esto es una serie de números reales sobre una recta real. Este orden nos asegura una serie numérica con una consecución que comienza en uno y puede acabar en infinito, ya que cada nuevo descubrimiento siempre pasará a la última posición de la serie numérica an=(n-1) +1 de números reales positivos en un intervalo de [1; +∞). 


Sin embargo, para poder realizar juicios futuros con un contraste numérico fiable debemos valorar los juicios pasados en una relación inversa por su mayor grado de dificultad y repercusión en el continuo. Esto quiere decir que si queremos definir relaciones de juicios posibles con un valor numérico exacto y proporcional, aplicaremos una relación cronológica inversa sujeta a la dificulta para realizar dichas conjeturas. Luego aplicaremos una sumatoria hasta relacionar la sucesión con la actualidad. En este sentido, podemos decir que la {sn} de juicios ordenados por su orden cronológico en N Î R+ sobre una recta como una sucesión con un intervalo [1; +), tendrá la representación de una función integral inversa. A continuación, debemos elegir la función geométrica más adecuada para esta representar que obedezca al orden de la sumatoria que buscamos. Al igual que ocurre en el criterio integral de una sumatoria numérica, con una función en la que los valores sean an=f(n) en el intervalo de [1; +) de números reales y positivos, el área de curvatura de la integral debe ser siempre divergente para evitar problemas a la hora de ampliar los valores empíricos. Por tanto, la sumatoria que resume estas características y por consiguiente el área de su integral serán los de una inversa en una fracción simple. 


Por otro lado, la representación geométrica de dicha curvatura deberá adaptarse a 21 dígitos consecutivos de n Î R+ que cubra todo el espectro de la cronología humana en los siglos vividos por la historia ergo, el valor de la fracción debe estar proporcionado a dicha gráfica.



Sin embargo, este tipo de gráfica puntúa a aquellos juicios de descubrimientos pasados en los primeros siglos con unos valores de unas diferencias más amplias que unos simples decimales. Dichas diferencias se puede corregir realizando el siguiente proceso. Primero, seleccionamos la parte de la gráfica que acota el siglo que precisamos, es decir que seleccionamos los dos valores de la gráfica que corresponden a dicho siglo. A continuación, los relacionamos con otra función geométrica inversa, esta vez de 10 valores consecutivos para ocupar un siglo completo, adaptando de esta forma la fracción de la integral inversa a los diez valores numéricos de cada década en que se divide un siglo. 


Por último, los valores que corresponden a cada juicio quedan repartidos sobre el eje vertical en una ecuación simple relacionada con una sumatoria proporcionada. 


A partir de ahora, podemos aplicar un valor numérico directo que relacione los juicios empíricos para sumar los valores más atrasados en el tiempo en una sucesión que podemos relacionar con las posibles concatenaciones que se formulan en los hallazgos o descubrimientos, con resultados de una sumatoria consecuente a la ecuación anterior.


Como último criterio, simplemente podemos escoger la función geométrica que corresponda al espectro que ocupa la historia completa o al del intervalo de un siglo e incluso podemos crear nuestra propia gráfica comparativa que incluya sucesiones en distintos campos del conocimiento. La suma de estos juicios se reflejará de una manera lineal en orden ascendente, ampliando los valores por el correcto transcurso de los hechos. Esto nos permite llegar hasta las conjeturas más recientes e inclusive ponerles un valor numérico a los juicios probables.  


miércoles, 17 de septiembre de 2014

Microrrelatos: Relación de pensamiento.

EL HUECO ENTRE EL ANTÓNIMO Y EL OXÍMORON:
El hueco entre el antónimo y el oxímoron es ese sitio secreto que permanece cerrado al descubierto. Un espacio sin límites de profundidad que no se acota entre medidas. En su interior descansan las intenciones desatendidas, las lógicas sin sentido y la felicidad innecesaria. Se dan cita los contornos desdibujados, los aires de ficción real y el orden caótico.
Hay quien dice haber hallado su materia inexistente. Son los tautólogos sorprendidos por bailes estáticos de pasos que se fraccionan en múltiplos infinitos. Sin embargo, es de todos conocidos como estas falacias son solo afirmaciones simples, ocultas por un enorme reflejo de sombra y proyectada por el foco de una luz ciega. Es menester por tanto, mantener al margen de la línea el contorno que sobrepasa dicho límite, para no mirar con fijación perpetua la algarabía controlada, pues sus efectos son reconocidos. Las prolongaciones inmediatas, los gritos enmudecidos o la incertidumbre determinista. 
   
PERSPECTIVAS Y CONNOTACIONES:
Existen determinadas constelaciones, estrellas y leyes físicas. Una forma de lenguaje en el espacio indeterminado, legislada por distintas perspectivas en diferentes planos relativos a los ojos que observan. Tras contemplar estas nuevas formas, afirmaciones que certifican diferencias connotativas tan inquietantes, recuperé el sentido sobre una estrella que se movía de manera fugaz, a cientos de kilómetros de la Tierra. Su estela no establecía, a partir de esta nueva perspectiva, una relación de significado directa, sino que describía una forma aparente movida a unas velocidades a penas imperceptibles bajo el manto de curvatura de la capa de ozono y la falsa apariencia que ofrecía la gravedad terrestre.
Años después entendí que las dudas siempre son razonables, pues calculadas formaban parte de la probabilidad de ese orden llamado caos. Al fin al cabo debo reconocer que bajo el efecto de otras miradas y desde la perspectiva de otras latitudes, aquella misma situación no había merecido el esfuerzo descriptivo de efectos ópticos y astronómicos. Más bien estaba relacionados con la seguridad de un mensaje divino de diferencias culturales.   
  

lunes, 1 de septiembre de 2014

Metodología proyectiva: Razones analíticas de la realidad evolutiva.

INTRODUCCIÓN INICIAL.
Al hablar de las razones empíricas evolutivas en el diagrama sintético he procurado adaptar con claridad el desarrollo epistémico, con la síntesis de trabajo proyectivo que conduce a un proceso cognitivo complejo, en una formulación literaria. Antes de esta formulación fue necesario comprender que nuestro conocimiento almacenado puede aflorar desde el inconsciente a la conciencia activa, mediante la intuición que parecer imprecisa y sin un planteamiento analítico previo aparente. O por otro lado, puede ser un planteamiento que demuestre ser razonado y contrastado a partir de su síntesis empírica. En cualquiera caso, aún el factor intuitivo, no existe más que un proceso que ha sido previamente formulado por nuestro marco sensitivo en la mente inconsciente. Esta actividad silenciosa de la mente adaptativa, abarca un mayor grado de información respecto a nuestra concepción del mundo real en el que nos movemos, relacionando un tejido de ideas con la información recibida para darle una forma coherente a los acontecimientos de nuestra realidad cotidiana. A esta idea inicial ahora debemos sumar la evidencia de que sobre estos conceptos del conocimiento surtirá un proceso evolutivo consciente, conforme a la proposición inicial de Popper y del naturalismo epistémico en general. Aquí, hay que señalar la conducta del aprendizaje humano como un proceso orgánico de un cerebro adaptativo en estrecha relación con la mutabilidad bioquímica de la genética y que al final, se traduce en una prolongación causal y adaptativa del conocimiento in situ. Sin embargo, el uso de una consciencia activa nos ofrece la posibilidad de incidir sobre este proceso de una forma funcional, siempre que lo hagamos siguiendo el sentido común de nuestras necesidades lógicas. De lo contrario su función no deja de ser orgánica-neuronal (o bioquímica) pero contraproducente para el individuo.
En este sentido, la geometría euclidiana, usada de forma conceptual en su sentido más estricto, juega un papel fundamental en los procesos de asimilación que se desarrollan hasta la conducta humana (con el triángulo de Maxwell). De este modo, la dualidad cuántica que ofrece cada composición del mesocosmos, es claramente cartesiana lo que nos permite sincronizar cada figura con su función de simetría, señalando los patrones de de mutabilidad o de proyección cognitiva.  

EL DIAGRAMA DE UNA REALIDAD EVOLUTIVA.
Para llevar el esquema, no sólo a una virtualización personal del hombre en el continuo tiempo estable, sino a todos los ámbitos de la realidad que impera en el mesocosmos de la realidad cuántica, tendríamos que hablar de aspectos tan dispares como la química y la relación de pensamientos creativos; la bilogía evolutiva y la física teórica; la formulación de creencia en el inconsciente repetitivo y la materialización de un patrón natural selectivo y hereditario. En definitiva, relacionar todo lo que engloba al universo y además, enlazarlo con los conceptos virtuales o abstractos de la mente compleja. Este enfoque puede parecer en principio un tanto pretencioso y sin embargo, es innegable que las partes de un todo son las que consolidan su realidad (sin holismos), aunque este se presente de una forma caótica e indeterminada. Así podemos afirmar que el cuerpo humano está formado por órganos genuinos y por otras formas orgánicas que no hacen más que consolidar un organismo biológico complejo y en determinadas ocasiones indivisible para su correcto desarrollo y funcionamiento.
a)     Realidad física-atómica.
Puesto que para consolidar el diagrama como un mesocosmos que encierra la idea del hombre en un espacio tiempo cuántico determinado, hay que comenzar por un inicio virtual concreto, se puede establecer que el principio de la realidad material conocida es la realidad de un microcosmos en el que actúan necesidades básicamente lógicas y comunes, pero intangibles para la apreciación actual del ser humano. En este marco inicial se debe reproducir por tanto, una serie de acontecimientos teóricos mediante los cuales podemos proponer la concatenación de un desarrollo a partir de pruebas concluyentes en la física teórica y en la química actual, establecidas por el consenso del conocimiento más certero. Por ello, no he querido entrar en las polémicas menos resueltas en los ciclos del tiempo, la teoría del Big Bang/Crunch o de multiversos como singularidades extremas y he decidido saltar directamente de un mesocosmos vacío por su alta densidad entrópica, es decir, por su inestabilidad e incertidumbre, hasta un paso en el que la realidad de nuestro propio conocimiento empírico esté más extensamente contrastado. Una vez hemos situado el esquema en esta fase de partida, observamos que en esta realidad también actúan factores fuera de nuestro alcance conceptual y que determinan el desarrollo global de un universo físico, en evolución y sujeto a determinadas leyes aunque sea intangencialmente. En este caso, tendríamos que vaciar por completo ese hueco en el diagrama, ocupado por la actividad del organismo biológico más desarrollado conocido y con él desaparece también, los campos del conocimiento subjetivo (M2), el objetivo (M3), además del marco de experiencia o certezas. En este mesocosmos primario impera tan solo el propio marco que define al mesocosmos y el mundo físico (M1), completamente independiente al ser humano en una posición que permite la simetría del esquema, para mantener su dualidad. Estaríamos hablando entonces, del tejido de la realidad que configura el mayor porcentaje del espacio-tiempo de nuestro universo, en el que se producen acontecimientos necesarios entre neutrones, gravitones, la materia oscura, la energía oscura, etc.
Dentro de este tejido que consolida lo imperceptible, se dan por extensión otras necesidades fruto de la interacción entre elementos tangibles a una escala superior. Estaríamos hablando de los elementos generados a partir de intercambios de energía como lo son los átomos. Con la aparición de estos componentes de materia sometidos a las distintas fuerzas de interacción en forma de por ejemplo, el magnetismo, la temperatura, la gravedad o la aceleración, se producen las reacciones necesarias para dar con las condiciones que consoliden un nuevo mesocosmos ocupado por elementos más complejos como las moléculas. Estas no son más que átomos sometidos por distintos tipos de ligazón que produce la energía de cohesión del sólido. Podríamos decir en un sentido más explícito, que el universo se especializa de manera gradual en todos los campos que consolidan su propia realidad evolutiva, dando pie a ramificaciones cada vez más concretas y específicas. De este modo, habrá que empezar por observar las funciones diferenciales que existen sobre el plano geométrico que puedan servir para denominar a estos procesos atómicos, tal y como ocurre con los diagramas que interrelacionan distintos elementos (triángulo de Maxwell). Con esta conceptualización de las figuras geométricas básicas sincronizadas por su capacidad de relación entre los vértices como productores de resultados proyectivos en el plano (exclusivamente físicos en la realidad), como en la actividad cognitiva humana, se precisan las funciones fundamentales para la composición de todos los esquemas. De este modo, las figuras que dibujan los tipos de ligazón de cohesión de los sólidos las denominaremos figuras de relación simple, a pesar de que paradójicamente todas estas estructuras relacionan actividades moleculares, es decir, relaciones atómicas complejas.
- Las figuras de relación simple: En dichas figuras encontramos que al relacionar sus vértices entre sí, generan un único punto concéntrico u ortocentro que puede dar como fruto un polígono regular proyectivo. Es el caso de las pirámides con base de tres y cuatro vértices, como productos de un cuadrado o de un triángulo equilátero sobre el plano unidimensional. Para relacionar a estas formas con sus composiciones homónimas en el plano de la conducta proyectiva, utilizaremos como referencia por tanto sus vértices y los ocuparemos por pequeñas circunferencias que denoten actividad física lógica. Estas composiciones pues, engloban de manera efectiva todos esos procesos que demuestran características física atómica. Es decir, que todas estas formas relacionan tipos de ligazón de sólidos. Por ende, cada uno de los vértices o puntos que se relacionan en cada mesocosmos atómico precisa de un punto negro, el átomo; y una circunferencia dualista, la órbita de sus electrones esquematizada.   
b)     Realidad molecular.
Para diferenciar estas representaciones de composiciones geométricas en una realidad atómica, de la realidad molecular, previa a la conducta biológica, debemos realizar un trabajo más concienzudo puesto que hablamos de representaciones que presentan una misma conducta física que los átomos, pero al mismo tiempo repiten patrones de síntesis cada vez más complejas, mediante resultados muy diferentes en su finalidad autónoma específica. Esta diferenciación relativa puede compararse en una escala superior, en cuanto a la relación de los marcadores del genoma desde la perspectiva de autonomía no biológica que produce la síntesis del ARN. Por tanto, las figuras de mayor complejidad y autonomía las denominaremos figuras de relación compleja.
- Las figuras de relación compleja: Dichas figuras presentan la misma propiedad que las figuras simples y además, pueden transformar su forma proyectiva al aumentar su complejidad. Es el caso de formas geométricas como el pentágono o hexágono que relacionando sus vértices de igual modo que las figuras de relación simple, producen además, mayores figuras proyectivas que siguen el modelo concéntrico (a través de las  estrella de cinco o de seis puntas, por ejemplo), lo que produce en la geometría proyectiva dos primas piramidales de distinta base. Sin embargo, en sus formas más desarrolladas y complejas, pueden formar otros tipos de estructuras o volúmenes como el dodecaedro. Por supuesto, tal y como ocurre con las figuras de relación simple, ocuparemos todos los vértices que pueden señalar actividad física con pequeñas circunferencias duales que denotan órbita de actividad molecular esquematizada. Estas figuras con cierto carácter de “autonomía”, son pues, de gran utilidad para denominar aquellas composiciones del mesocosmos físico y prebiológico, que engloba todos esos procesos que tienen como finalidad lógica generar organismos con ciertos caracteres de autonomía por síntesis de ARN, como en los microbios, “ribo-organismos” y los virus. 
A partir de este proceso de desarrollo mediante figuras de síntesis geométricas y proyectivas, se materializa la posibilidad más certera en cuanto a las hipótesis sobre los orígenes de la vida, en la forma de un ancestro común (I.S.A.C.).         
c)      Realidad biológica y etológica.
Con el desarrollo de aquellos primeros elementos orgánicos eucariotas y procariotas, surgidos de un mismo elemento común (junto a los virus), señalaremos en el mesocosmos a ocupar la forma más simple pero más común en estas nuevas fases de actividad celular, la de un círculo, dividiéndolo diametralmente para señalar la propia división mitocondrial. A continuación, desarrollaremos dos diferenciaciones: entre las células de progresión evolutiva autótrofas y las células de progresión evolutiva heterótrofas. Producto de la simbiosis biológica entre los microorganismos eucariotas, se desarrollan nuevas formas orgánicas complejas, cada vez más específicas, por esas necesidades de mutaciones en el propio contenido genético y que generan el desarrollo de patrones hereditarios aún más diversos. Antes de nada, es necesario puntualizar que utilizaremos como base la clasificación del árbol filogenético de los seres vivos propuesta por Lynn Margulis, que establece cinco grandes reinos: los móneras, los protoctistas, los metazoos (animales), los hongos y las metafitas (plantas). Sin embargo, también es necesario aclarar que lo que verdaderamente nos interesa es el comportamiento de las especies y no la clasificación biológica de estos reinos, por lo que buscaremos una clasificación complementaria para poder progresar en la evolución de los símbolos que determinan la etología animal. Por tanto, para esta otra clasificación destacaremos principalmente, los mecanismos de conducta biológica de: las taxias, el reflejo, el instinto, el aprendizaje y el razonamiento.


Para este paso, representaremos una circunferencia menor, con el diámetro de (M1), dentro de la circunferencia mayor. Por tanto, estos son microorganismo sin ningún indicio aún de una actividad neuronal pero con patrones de comportamientos sujetos exclusivamente al ecosistema regulador. Para los siguientes taxones evolutivos, debemos continuar con una composición de una figura central que anule en cierto sentido ese efecto que se produce en la actividad cognitiva desarrollada, una interrelación de vértices. Por contra, deberemos indicar la aparición de los marcos de las diferentes referencias sensitivas que repercuten en un comportamiento básico de las taxias o de la nutrición autótrofa fotosintética del reino de las metafitas. Dicha actividad básica en el reino metazoos, se volverá más prolongada y menos instintiva, es decir, generará patrones de conducta con resultados cognitivo de aprendizaje al inicio, como ocurre con los primeros vertebrados o los moluscos. En este punto, debemos destacar aquellos organismos que gracias a un estímulo de trafaláxi producen una extrema facilitación social, dando como resultado una sociedad de castas que funciona como un único macroorganismo complejo.
Sin embargo, este mismo sistema aún continúa autorregulado por el propio ecosistema (reflejos e instintos), y hasta llegar a los primeros organismos compuestos con una actividad neuronal instintiva desarrollada, se presentan nuevos planteamientos en los que el aprendizaje gana peso progresivamente. Es decir, organismos con una conducta intelectual cada vez más especializada. Por tanto, pasaremos de animales con una conducta regida por su genética, en los gusanos por ejemplo, a una relación de aprendizaje básica; o incluso prolongada, sustituyendo los procesos del instinto animal, en los mamíferos inferiores, para llegar finalmente a un razonamiento que influye en la propia evolución del mesocosmos del ser vivo, como en mamíferos de mente superior. Para esta ocasión, seguiremos los pasos en el orden lógico en el que se derivan del proceso de la selección natural, resaltando en primer lugar, la aparición de un (M2) externo al marco de referencias sensitivas, que demuestra que dicho aprendizaje permanece sujeto a las exigencias del entrono regulador. Y en segundo lugar, destacando una relación más directa entre la propia conducta del organismo con (M2), al desplazarlo para señalar un aprendizaje prolongado y razonado. De este paso previo a la formulación de un ser autoconsciente, tan sólo hay un último cambio en la concepción del diagrama.


d)     Realidad bioantropológica.
Después de una serie de pasos evolutivos, el mesocosmos queda ocupado finalmente por un organismo con un claro planteamiento antropológico que desarrolla una capacidad de relación específica con (M2), mediante la observación de la realidad y bajo el marco de relaciones de experiencias sensoriomotrices. Este razonamiento cada vez más abstracto, es fruto de la necesidad lógica de procurar, por ejemplo, el alimento de una manera eficiente gracias a útiles efectivos. Se resuelve entonces, la conducta del homínido con una transición que recrea esa relación con el entorno sensitivo entre (M1) y un incipiente (M3), definiendo así la acuciante interacción intelectual entre estos elementos emergentes antes de crear una comprensión real en (M2) de determinados momentos virtuales, puesto que aún no existe un desarrollo estable en la asimilación autoconsciente. Dicha actividad intelectual pasaría entonces, a un intelecto que continua siendo de aprendizaje instintivo, pero que cada vez es más intuitivo gracias a la conciencia activa y a una mente empática. Por tanto, en esta fase de desarrollo el conocimiento objetivo que adquiere el individuo no posee una explicación conceptual y su representación en el (M3) aún se alinea de forma directa con el (M1) de la realidad física. De este modo, se mantiene la simetría tan necesaria para la dualidad del esquema y desvelamos como la realidad que rodea al individuo trabaja de manera virtual para el (M2) del individuo, sin conceptos claros para dar una explicación sobre lo que transcurre ante sí, es decir, trabaja con una inteligencia práctica en la toma de conciencia por subcepción. Puesto que la nueva actitud obliga al organismo a interactuar con sus propias conclusiones de certezas, esto surgiere la necesidad inconsciente pero lógica de plantear una relación certera sobre esta nueva forma de concebir la realidad, formalizando una expresión duradera que certifique la seguridad. De este modo se establece una comunicación cada vez más efectiva y que se solidifica mediante todos los matices que se formulan en el mesocosmos de los primeros hombres con un idioma hablado y sus necesidades: cantos rituales, utillaje cada vez más específico y característico, etc.
e)     Realidad socioantropológica.
A partir de este momento, y producto de la relación de ideas selectas se crea un camino más directo al (M3), gracias al propio mundo compartido y consensuado entre los individuos de una misma agrupación social. En este instante, es muy certero señalar la figura de aquellos individuos con una capacidad específica de captar y transmitir las pautas que se producen a través de ritos o ceremonias interpretativas pero que a un mismo tiempo, sirven para educar de forma eficiente la mente adaptativa de cualquier otro individuo que comparta sus mismas aptitudes cognitivas. En otras palabras, esto es lo que hoy denominamos como maestros de ceremonias, y que desempeñan una función práctica y específica en las todas las agrupaciones, interpretando y trasmitiendo de manera efectiva y en virtud del grupo la historia que se produce de la experiencia conjunta. Al mismo tiempo, esta es tal vez la diferenciación social más destacada que se manifiesta dentro de la evolución humana, frente al resto de estructuras sociales de los animales, la figura de un individuo que adopta el rol de empatizar con todos.
Por tanto, este último mundo virtual estará ocupado por todas esas manifestaciones puntuales que se producen en la mente y se recogen en el lenguaje simbólico cada vez más complejo o cualquier forma de representación creativa interpretativa. En un proceso de complejidad sustentado en este tercer mundo que en un inicio sirve para resolver aquellos problemas más inmediatos, y que acaba generando nuevos planteamientos a partir de las ideas primarias, y por extensión una cantidad superior de nuevos planteamientos aún más profundos y complejos, como lo son las ciencias formales. La posibilidad de autogenerar planteamientos virtuales se vuelve infinita dentro del marco de incertidumbres cognitiva. Esto afecta directamente a todo el mesocosmos del propio individuo ya que le obligan a interferir en sus propias mutaciones del desarrollo genético a un nivel socioantropológico, pues se produce la necesidad de consensuar cada vez más imperante, al indagar activamente en estos autoplanteamientos. El cerebro del hombre se adapta así a la concepción plena de un espacio tiempo cuántico, creando una actividad inconsciente prolongada que se adelanta a las limitaciones de unos sentidos primitivos y relacionada con su marco de certezas sensitivas cada vez más contrastadas, dentro del propio universo simbólico complejo. Para este último proceso, destaca en el diagrama la materialización de un punto virtual, no anclado en la conciencia activa del individuo, sino que se alinea de forma activa con el resto de individuos sociales. Este punto de proyección aurea, evidencia así una conducta que procesa una autopoiesis cognitiva en un organismo biológico de extrema facilitación social. Y de forma recíproca, afecta a la configuración del conjunto social que le rodea y evoluciona con él, pues de alguna forma el conocimiento que abarca el (M3), está interconectado con el conocimiento adquirido por las relaciones de trabajo cognitivo como si de un único pensamiento se tratara. En este punto, el esquema pasa a tener un desarrollo más complejo recompuesto para trasmitir la forma de facilitación social extrema y cognitiva, reformulando el diagrama con un individuo ya dependiente de dicho contraste social.
Por último, cabe destacar una configuración en el diagrama que señale a toda una colectividad de seres biológicos de diferentes especies, por su marcado desarrollo empático evolutivo. Este carácter conductual les permite cohabitar con los seres humanos. Por tanto, para esta configuración destaca la sociedad humana como condicionante interespecie, y junto a su representativo esquema social entrarían todas aquellas especies de animales que cohabitan él. Son los llamados animales de compañía o animales domésticos.   

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