EVOLUCIÓN DE LA IDEA INICIAL. DEL ESQUEMA AL
DIAGRAMA.
Puesto que el concepto comenzó como una búsqueda
sobre la esencia de la creatividad o el trabajo creativo, es evidente el por
qué se produce la necesidad de dar un razonamiento mínimo sobre la evolución de
la idea inicial. En mis primeras pesquisas sobre este tema descubrí que de
alguna forma la intuición o la razón inicial que me llevó a realizar el esquema
primario, estaba basada en el intento de aunar y complementar algunos aspectos
comunes en el trabajo de otros autores. En concreto, la relación de ideas que
se producen entre las obras platónicas y un estudioso de la cultura clásica
como Leonardo da Vinci. Ambos autores contenían un marcado carácter humanístico
que fue tal vez, la influencia definitiva para el impulso inicial alejado de
un sentido puramente empírico y racional. En este contexto, he de explicar que
Platón relaciona mediante su trabajo, la existencia de un mundo metafísico
donde se encuentra el alma misma de las ideas verdaderas o la verdadera
esencias de las ideas humanas (el ser ideal), allí donde se dan los conceptos propios de
universalidad y de las necesidades. Mientras, Leonardo aplica sus conocimientos
en geometría proyectiva para relacionar la esencia de una síntesis geométrica
en forma de proporción áurea, en la elaboración de un esquema sobre las medidas
del canon en la figura humana. En cierta manera ambos buscaban la verdad sobre
la identidad del hombre, desde sus respectivos campos heurísticos. Sin embargo,
a la luz de nuevos estudios, he tenido el impulso de llevar el desarrollo de
dicho trabajo hacia un diagrama más definido y conciso, sin tantos ambages
metafísicos. De la parquedad en conceptos, a veces demasiado indefinidos, pasé
al proceso evolutivo que ha ido creciendo en una especie de deriva problemática
hacia la búsqueda de la verdad o de una mayor certeza empírica. A pesar de
todo, bajo este nuevo planteamiento se mantiene el aura de un proceso
específico en la elaboración de nuevas ideas o de la misma esencia de la creatividad.
Este factor se hace patente al comprobar que todos los elementos que se
relacionan en el diagrama final, mantienen los mismos tintes sobre el
funcionamiento de cualquier proceso intelectual del ser humano racional, fuera
del alcance de prejuicios ideológicos o dogmáticos. A título personal, definir
el trabajo que necesita el desarrollo cualquier tipo de idea creativa o
intelectual, se presenta fruto de un proceso puramente biológico. Sin embargo,
tras haber leído a autores como Popper, Kant, Hume o Freud y más tarde otros
como Riddley, Darwin, Quine o Wittgenstein se hace imposible separar el proceso
biológico del psicológico, puesto que ambos participan de una suerte de
evolución conjunta, donde se dan cita la conducta psicológica hereditaria, los
principios de una realidad cuántica y la selección de ideas.
En otros términos, he de destacar que también se ha
hecho necesario impregnar todo el trabajo con nuevos elementos analíticos
comparativos, sacados de campos muy dispares del mundo del conocimiento
objetivo (científico). Como es evidente al intentar explicar una realidad
empírica y/o psicológica mediante un proceso sintético, se manifiesta un
urgente desarrollo más refinado en la formulación del diagrama definitivo. La
apropiación del esquema de Vitrubio que sirvió de partida, me llevó a
informarme sobre el proceso de desarrollo de dicha composición, fijando la
vista en otros teoremas y principios de la geometría clásica proyectiva,
algunos sustentados en los trabajos de Steiner o Poncelet. Esta inclusión en la
proyección cónica me han empujado por derroteros más alejados del concepto de
la creatividad o de la simple elaboración sintética, puesto que todos estos
nuevos elementos debían quedar en su conjunto enmarcarlos dentro de una
proyección física o vectorial, aplicada a todas las dimensiones que se formulan
en el mundo real. Esto hizo necesario por extensión, una razón espacio temporal
hipotética como la que ofrece la geometría de conos nulos de Minkowski, con los
planteamientos del mesocosmos en la mecánica cuántica Planck, Hawking y
Penrose. Llegado a este punto, se suman conceptos de campos tan dispares unos
de otros, y que por contra encierran una especie de círculo de razones sobre
todos aquellos estudios que me han servido, que para complementar estas nuevas
conclusiones me he visto obligado a conocer y comprender, los trabajos
aplicados a los campos de la física, la biología o la antropología, y así poder
asimilar todas esas presiones que ejercen los elementos externos que modifican
nuestro entorno evolutivo. Esto es lo mismo que evidenciar de alguna forma, la
realidad empírica evolutiva que rodea al ser humano razonando de manera
analítica, todas esas conjeturas (en forma de leyes y principios) que se hacen
necesarias para comprender el funcionamiento de nuestro universo, propuestas
por personajes tan ilustres como Wegener, Einstein, Heidegger, o Newton.
Para concluir, lo que he querido expresar en este
escueto resumen es cómo después de realizar un verdadero estudio más
concienzudo sobre la campo ontológico de las ideas, parece ser que son las
mismas ideas las que se mantienen de forma cuasi autónoma con el paso del
tiempo, sometidas tal vez al escrutinio de una suerte de selección natural del
pensamiento biológico traducido en lo que creemos que es el trabajo de la mente
compleja. Un proceso propio del ser humano, continuo y necesario, para el
crecimiento intelectual y su propia autoconciencia. Además, he de destacar una
mención aparte respecto al último diagrama que se aprecia en el paso definitivo
del proceso de desarrollo esquemático. Esta especie de conclusión (siempre
abierta) define a un probable hombre del futuro, según la tesis de mi estudio,
denominado por sus necesidades características como el "homo
socialis". Todos estos conceptos sometidos a una continua autocrítica son
mencionados tan superficialmente aquí, para su posterior y necesario desarrollo
en los siguientes capítulos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario