lunes, 21 de julio de 2014

Metodología proyectiva: Prólogo.

EVOLUCIÓN DE LA IDEA INICIAL. DEL ESQUEMA AL DIAGRAMA.
Puesto que el concepto comenzó como una búsqueda sobre la esencia de la creatividad o el trabajo creativo, es evidente el por qué se produce la necesidad de dar un razonamiento mínimo sobre la evolución de la idea inicial. En mis primeras pesquisas sobre este tema descubrí que de alguna forma la intuición o la razón inicial que me llevó a realizar el esquema primario, estaba basada en el intento de aunar y complementar algunos aspectos comunes en el trabajo de otros autores. En concreto, la relación de ideas que se producen entre las obras platónicas y un estudioso de la cultura clásica como Leonardo da Vinci. Ambos autores contenían un marcado carácter humanístico que fue tal vez, la influencia definitiva para el impulso inicial alejado de un sentido puramente empírico y racional. En este contexto, he de explicar que Platón relaciona mediante su trabajo, la existencia de un mundo metafísico donde se encuentra el alma misma de las ideas verdaderas o la verdadera esencias de las ideas humanas (el ser ideal), allí donde se dan los conceptos propios de universalidad y de las necesidades. Mientras, Leonardo aplica sus conocimientos en geometría proyectiva para relacionar la esencia de una síntesis geométrica en forma de proporción áurea, en la elaboración de un esquema sobre las medidas del canon en la figura humana. En cierta manera ambos buscaban la verdad sobre la identidad del hombre, desde sus respectivos campos heurísticos. Sin embargo, a la luz de nuevos estudios, he tenido el impulso de llevar el desarrollo de dicho trabajo hacia un diagrama más definido y conciso, sin tantos ambages metafísicos. De la parquedad en conceptos, a veces demasiado indefinidos, pasé al proceso evolutivo que ha ido creciendo en una especie de deriva problemática hacia la búsqueda de la verdad o de una mayor certeza empírica. A pesar de todo, bajo este nuevo planteamiento se mantiene el aura de un proceso específico en la elaboración de nuevas ideas o de la misma esencia de la creatividad. Este factor se hace patente al comprobar que todos los elementos que se relacionan en el diagrama final, mantienen los mismos tintes sobre el funcionamiento de cualquier proceso intelectual del ser humano racional, fuera del alcance de prejuicios ideológicos o dogmáticos. A título personal, definir el trabajo que necesita el desarrollo cualquier tipo de idea creativa o intelectual, se presenta fruto de un proceso puramente biológico. Sin embargo, tras haber leído a autores como Popper, Kant, Hume o Freud y más tarde otros como Riddley, Darwin, Quine o Wittgenstein se hace imposible separar el proceso biológico del psicológico, puesto que ambos participan de una suerte de evolución conjunta, donde se dan cita la conducta psicológica hereditaria, los principios de una realidad cuántica y la selección de ideas.
En otros términos, he de destacar que también se ha hecho necesario impregnar todo el trabajo con nuevos elementos analíticos comparativos, sacados de campos muy dispares del mundo del conocimiento objetivo (científico). Como es evidente al intentar explicar una realidad empírica y/o psicológica mediante un proceso sintético, se manifiesta un urgente desarrollo más refinado en la formulación del diagrama definitivo. La apropiación del esquema de Vitrubio que sirvió de partida, me llevó a informarme sobre el proceso de desarrollo de dicha composición, fijando la vista en otros teoremas y principios de la geometría clásica proyectiva, algunos sustentados en los trabajos de Steiner o Poncelet. Esta inclusión en la proyección cónica me han empujado por derroteros más alejados del concepto de la creatividad o de la simple elaboración sintética, puesto que todos estos nuevos elementos debían quedar en su conjunto enmarcarlos dentro de una proyección física o vectorial, aplicada a todas las dimensiones que se formulan en el mundo real. Esto hizo necesario por extensión, una razón espacio temporal hipotética como la que ofrece la geometría de conos nulos de Minkowski, con los planteamientos del mesocosmos en la mecánica cuántica Planck, Hawking y Penrose. Llegado a este punto, se suman conceptos de campos tan dispares unos de otros, y que por contra encierran una especie de círculo de razones sobre todos aquellos estudios que me han servido, que para complementar estas nuevas conclusiones me he visto obligado a conocer y comprender, los trabajos aplicados a los campos de la física, la biología o la antropología, y así poder asimilar todas esas presiones que ejercen los elementos externos que modifican nuestro entorno evolutivo. Esto es lo mismo que evidenciar de alguna forma, la realidad empírica evolutiva que rodea al ser humano razonando de manera analítica, todas esas conjeturas (en forma de leyes y principios) que se hacen necesarias para comprender el funcionamiento de nuestro universo, propuestas por personajes tan ilustres como Wegener, Einstein, Heidegger, o Newton.
Para concluir, lo que he querido expresar en este escueto resumen es cómo después de realizar un verdadero estudio más concienzudo sobre la campo ontológico de las ideas, parece ser que son las mismas ideas las que se mantienen de forma cuasi autónoma con el paso del tiempo, sometidas tal vez al escrutinio de una suerte de selección natural del pensamiento biológico traducido en lo que creemos que es el trabajo de la mente compleja. Un proceso propio del ser humano, continuo y necesario, para el crecimiento intelectual y su propia autoconciencia. Además, he de destacar una mención aparte respecto al último diagrama que se aprecia en el paso definitivo del proceso de desarrollo esquemático. Esta especie de conclusión (siempre abierta) define a un probable hombre del futuro, según la tesis de mi estudio, denominado por sus necesidades características como el "homo socialis". Todos estos conceptos sometidos a una continua autocrítica son mencionados tan superficialmente aquí, para su posterior y necesario desarrollo en los siguientes capítulos.

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