DESFRAGMENTANDO EL DIAGRAMA.
Antes de comenzar este apartado he de aclarar que
tomo como anclaje de mi incursión en la ontología cognitiva, el esquema de
geometría sintético proyectivo de la proporción áurea de Leonardo, por motivos
no solo de carácter humanístico, ya que mi trabajo se realiza a partir de un
proceso de la idiosincrasia humana, sino también por la razón sintética tan
perfecta que ofrece el esquema para desarrollar el diagrama in situ. Tras
aclarar esto, podemos concluir que dicho diagrama nace de la búsqueda más
precisa sobre el desarrollo de nuestro intelecto dentro del mesocosmos que se
configura entorno a nuestra actividad entrópica intelectual, y en consonancia
con la teoría de los mundos posibles de Popper en la realidad física. De este
modo, a partir de la precisión que nos ofrece el lenguaje sintético de la
geometría proyectiva cónica, se esclarece la forma en que se relacionan los
campos del intelecto complejo a través de la realidad evolutiva.
LA CIRCUNFERENCIA/ESFERA (O LÍMITE DEL MESOCOSMOS).
Representa sobre el plano la proyección cónica de
una esfera es decir, relaciona en el plano de dos dimensiones cartesianas, la
proyección de un corte en horizontal de dicha esfera cónica. Esta primera
figura delimita y conjuga el mesocosmos de la realidad intelectual que procesa
cada individuo. La elección de una esfera proyectiva cónica se establece
también debido a su enorme validez a la hora de enmarcar al resto de figuras
que se necesitan para el esquema cognoscitivo. En resumen, esto significa que
este marco plantea dos funciones básicas, resuelve de manera efectiva el marco
de una situación hipotética en la realidad cuántica y además, nos plantea el
proceso para proyectar al resto de las configuraciones sintética en el plano
bidimensional.
Por otro lado, la representación de dicha figura
sobre el plano queda sujeta al principio de dualidad de Poncelet que nos
permite concebir la figura en el plano proyectivo del mismo modo, como una recta
o como los puntos que la componen. En este sentido, la expresión sintética de
este marco del mesocosmos está supeditada a una realidad metafísica.
EL CUADRADO/CUBO (O MARCO DE EXPERIENCIAS
SENSITIVAS E INSTINTIVAS).
Esta segunda figura geométrica se concibe como el
marco de percepciones sensitivas en cualquier especie con órganos de percepción
somatosensorial pero que a su vez, produzcan una mínima reacción
instintiva. En su interior físico, se
generan el conjunto de certezas y experiencias primarias en el ser humano y que
denominamos como marcos móviles. Por tanto, dicha proyección en su espacio
tridimensional actúa como un cubo que delimita físicamente y no manera
metafísica, en consonancia con los principios físicos de incertidumbre y de
relatividad que ofrecen los límites fisiológicos del propio observador. Para
realizar esta figura tan solo debemos utilizar las medidas exactas del esquema
de Vitrubio, puesto que la figura cuadrada que se utiliza para este esquema
recoge con precisión el espacio exacto que puede ocupar un cuerpo humano, según
la composición aurea del canon divino.
Si realizamos dicha figura por nuestros propios
métodos, debemos tener en cuenta el plano de la circunferencia anterior para
comprobar que uno de los lados del cuadrado mantiene siempre unas proporciones
establecidas, partiendo de que este segmento coincida con la medida exacta de
la cuerda que corta dos de los extremos en los ejes diametrales, de la propia
circunferencia. Además, a partir de dicho segmento sacaremos la resolución de
la siguiente figura en el diagrama, el triángulo equilátero.
EL TRIÁNGULO/PIRÁMIDE (O PRISMA DE LA ENTROPÍA
COGNITIVA).
Esta es tal vez, la pieza más representativa que
comprende la función sintética del diagrama. Dicha figura, realiza la función
proyectiva en el proceso cognitivo que lleva a cabo el hombre consciente,
cuando se relacionan los mundos posibles de la teoría de Popper. Por tanto, y puesto
que la explicación del filósofo respecto al desarrollo cognitivo exige
segmentar nuestro proceso intelectual en tres conceptos diferenciales,
podríamos decir que la figura que mejor se adapta a esta relación sintética
recae sobre este triángulo equilátero. La representación exacta de esta figura
proyectiva en su forma tridimensional (dentro de un espacio de conos nulos
correspondiente), exige que la forma tenga el resultado de un prisma regular o
pirámide. Este prisma nos permite una función exacta en el plano, donde se
conjugan los tres vértices de los mundos, y en la relación espaciotemporal
proyectarse mediante vectores de convergencia en un punto convergente, o arista
común. Este punto virtual que en el plano bidimensional se representa como el ortocentro
del triángulo equilátero es denominado como el punto "phi" o de la proyección
aurea, por su función continua en la proyectividad.
LAS TRES CIRCUNFERENCIAS/ESFERAS (O MUNDOS
POSIBLES).
Para mantener la proporción áurea del planteamiento
inicial, tendremos que situar estas tres nuevas figuras esféricas en una
relación directa con las proporciones que ofrece el triángulo equilátero. Para
ello, relacionamos entre si las tres alturas del triángulo pasando por un mismo
punto u el ortocentro. Entonces, la forma equilátera queda seccionada por tres
triángulos rectángulos. A partir de estas tres formas nuevas tomadas como radio,
realizamos las circunferencias finales.
La función metafísica de cada figura se consolidan
entonces con la teoría de los mundos posibles de Popper: el mundo 3 del
conocimiento objetivo, el mundo 2 de la conciencia subjetiva y el mundo 1 de la
physis o la realidad física.
PRINCIPIO DE DUALIDAD (O DIFERENCIACIÓN ENTRE
PROCESOS FÍSICOS Y METAFÍSICOS).
Con la realización del diagrama completo y su
correspondiente vinculación al trabajo cognitivo de la mente compleja y
adaptativa, aparece el primer problema relacionado con la dualidad de la
metafísica aplicada a este sistema de síntesis geométrica proyectiva. Esta
diferenciaciones entre realidad física y conceptual, queda definido gracias al
denominado principio del mismo nombre, ideado por el geómetra Poncelet y que
más tarde, Gergonne y Steiner extendiera a otros teoremas que no requieren de
una cónica y no mencionan propiedades métricas. Gracias a este principio,
podemos escindir en el diagrama entre los procesos "definidos":
aquellos que suponen representaciones empíricas (biológicos, mecánicos,
físicos, químicos); y los procesos "indefinidos": aquellos que
suponen representaciones metafísica (consciencia subjetiva, entropía cognitiva,
idea, procesos).
Por todo ello, en estas dos representaciones
diferenciales distinguimos como procesos definidos y por tanto empíricos: el
marco que limita las experiencias sensitivas (cuadrado) y a los mundos físico (M1)
y del conocimiento objetivo (M3) de la teoría de mundos posibles. Mientras que
señalaremos como procesos indefinidos y por tanto, metafísicos: al marco del
límite del mesocosmos (la circunferencia primaria), al esquema que relaciona los
conceptos del método (el triángulo) y el mundo de la consciencia subjetiva (M2).

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