“En
las razones del intelecto, cabe esperar la locura del hombre piadoso que no
quiere propasar, los límites establecidos por los sentidos engañosos y los
dictámenes maniqueos que han derivado de estos. La ciencia ha demostrado con
creces que en las profundas e insondables configuraciones cósmicas se producen
singularidades de aparente forma caótica para nuestro entendimiento pero de un
indudable orden “En las razones del intelecto, cabe esperar la locura del
hombre piadoso que no se atreve a propasar los límites establecidos por los
sentidos engañosos y los dictámenes y preceptos maniqueos, derivados de estos
mismos. La ciencia ha demostrado en incontables ocasiones como en las profundas
e insondables configuraciones cósmicas, se producen singularidades de aparentes
formas caóticas para nuestra percepción pero de un indudable orden infinito,
simétrico o fractal. Estas formas son representadas por el hombre lúcido en
forma de símbolos gráficos que condensan el poder de lo significativo, y
revelándose eón tras eón, únicamente ante aquellos que observan a través de los
avances necesarios o las perspectivas de lo profundo, de la abstracción. Bajo
estas presiones, el hombre rompe los límites establecidos por la incapacidad de
la razón o la lógica imperante y por extensión de la tecnología. Más tarde,
estas nuevas premisas son rebasadas de nuevo por pruebas irrefutables que
marcan nuevos límites. A continuación, estos mismos serán sobrepasados una vez
más, mediante otra visión nítida o matemática, una imagen mental o un intelecto
pertinaz. Y al igual que ocurre en una carrera de fondo, la meta nunca se habrá
alcanzado hasta haber superado una serie de marcas previas que suponen el
presente más real de cada corredor pero no su destino definitivo.”
“El instigador de la
historia dará, en estos casos, cuenta de la cordura de los actos, que se
repiten en el marco temporal del ser humano, en las posibilidades de caer en un
infinito devenir, re definido mediante
una especie de herencia configurada en nuestra genética y manifestado en
nuestro subconsciente colectivo.”
“Todas estas hipótesis,
conjeturas y premisas me llevan a pensar que nada ha existido con aires de
novedad. En un baile de configuraciones, los hechos concatenados se repiten, en
multitud de movimientos del fluctuar en los hombres. Porque al igual que ocurre
con las células de un cuerpo vivo, cada generación esta inmunizada y preparada
para enfrentarse a los némesis de sus tiempos,
a sus miedos interiores. En el fondo, estos son los mismos enemigos de
siempre, que evolucionan junto a los individuos y sus circunstancias. Los
grandes literatos buscan soluciones en el pasado, en la historia vivida.
Mientras, las mentes lógicas, desvelan funciones ya aplicadas en el mundo
físico, desde sus inicios.”
“O tal vez ya habían sido
descubiertas con anterioridad.”
“¿Quién
sabe?” 
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