EL
DESARROLLO DE LOS MUNDOS POSIBLES:
A
estas alturas, se hace evidente que la clave de la evolución humana pasa por el
equilibrio intrínseco que facilita la transición hacia una globalización
“hiperconectada”. De momento, este cambio en la conducta se debe claramente al
continuo avance de la tecnología que produce una mejora cuantitativa y
cualitativa en la trasmisión y comparación en la superabundancia de ideas. En
este sentido, es la propia sociedad quien se torna en un auténtico campo de
selección de ideas, en constante desarrollo. Y sin embargo, el funcionamiento
de esta sociedad no es más que el reflejo de la retroalimentación neuronal de
cada individuo que la compone. Es necesario insistir, en que la maximización de
esta proyección se produce gracias a los medios y en especial al descubrimiento
de internet, el cual funciona (más hoy día) como un amplificador de las ideas
de particulares y anónimos. Un fenómeno que no deja de crecer e influir sin
ningún tipo de impedimento por parte de la propia comunidad internauta. Es
decir, se presenta como un refuerzo positivo ante una necesidad que queda cubierta
una vez iniciado esta andadura hacia una especie de mente social e interdependiente.
Es
este un proceso que parece imparable, pero en el cual, aún nos queda el
consuelo de mirar directamente al camino recorrido, haciendo una retrospectiva
historiográfica de la conducta con la tecnología en paralelo, para certificar
el cambio e incluso datarlo gracias a la continuidad de las causas en las
revoluciones del conocimiento y los descubrimientos. Para ello, mejor ponemos
el foco sobre los muchos científicos que han hecho un claro incapié en la
diferenciación de grado que existe en cuanto al conocimiento puro. Es decir, entre
la inteligencia primitiva y los razonamientos discutidos de mayor
consenso.
Sin
embargo, lo que interesa a la metodología proyectiva no es tanto materializar
esos puntos concretos de manera biológica, en definitiva físicamente, sino
representarlos como es debido a través del proceso evolutivo de la conducta
mediante el metalenguaje de la geometría euclidiana. Y es en este trabajo, en
el que la misma proyectividad se topa con dos tipos de funciones en el último
taxón del hombre, ambas producto de la reintegración del individuo en el
sistema social. La primera de estas dos funciones, es más primitiva y conforma
el propio innatismo humano desarrollado hasta la actualidad, y que muchos
psicólogos evolutivos darían por una función puramente interpretativa. Además,
esta permanece anclada a los primeros procesos formativos en la mente de cada
individuo, pues en las primeras fases de edad aún no existe el grado de
comprensión mental suficiente sobre el simbolismo autóctono, que impide
representar con exactitud la realidad física que rodea al niño. La segunda
función, más evolucionada y propia de la sociedad actual expone al exhaustivo
contraste que las ideas conforman sobre una agresiva selección de ideas, pues
son las únicas que se reintegran en el mismo sistema que las produce de forma
positiva para la propia secularización. En este sentido, las conjeturas
preceptivas influyen directamente sobre el resultado tal y como lo hacen los
circuitos de retroalimentación neuronal, es decir, el efecto de nuevas ideas
son la causa y efecto de posibles conjeturas. Por ende, su organización causal
circular demanda a la larga una reequilibración maximizadora del conocimiento
intrínseco, para la correcta objetivación. Esta función desarrollada, aparece
con la evolución de las abstracciones más consensuadas y científicas, (problemas
que generan problemas) con lo que también es responsable directo del avance
tecnológico necesario y es por ello, más representativa de la coevolución y la
madurez social.

¿CÓMO
PREVEE LA PROYECTIVIDAD LA POSIBILIDAD CERTERA DE CAMBIO EN UN FUTURO LEJANO?
La
proyectividad, fruto del orden en su desarrollo in situ, se compone de una
serie de pasos evolutivos que definen toda la realidad transitoria y eso a su
vez, ofrece dos tesis complementarias: la primera es una evidencia
neodarwinista, la pertenencia inalienable del hombre al conjunto restante de la
realidad evolutiva que le rodea, desde una perspectiva que permite engrosar taxonómicamente
la conducta desde los átomos iniciales, hasta los organismos biológicos más
desarrollados conocidos. Por consiguiente, la segunda tesis que se deduce es
una posibilidad de cambio en la estructura del diagrama sobre un futuro
hipotético. Y esto se debe sobre todo a dos puntos claves: el primero, que la
realidad evolutiva en la proyectividad queda necesariamente abierta a nuevas
observaciones que amplíen la comprensión de nuestra concepción, es decir, en
términos neodarwinistas la conducta humana desde la proyectividad adopta la
postura de “un equilibrio dinámico” o
lo que es lo mismo, “un sistema abierto
en equilibrio fluido”, parafraseando a Popper; y el segundo, que se traduce
en una evidencia por los cambios previos, en la concepción humana con el
tránsito hacia el mencionado ser psicosocial, una modificación del diagrama que
resalta la facilitación cognitiva y nos reorienta irremediablemente hacia la
estructuración social, modificando nuestros esquemas de asimilación individual.
En este sentido, Popper hace una descripción de este salto evolutivo del ser
humano con la intensidad del ‘conocimiento puro’, tal vez no tan gradual como
en la psicología evolutiva, y del marcado carácter diferencial de dicho proceso
de desarrollo en la conducta, según su descripción, que explica también la
tendencia contraria de este tipo de conocimiento por su alto carácter formativo
de la realidad: “[…] la estructura
evolucionista del desarrollo del conocimiento puro es casi opuesta a la del
árbol de la evolución de los organismos vivos, los instrumentos humanos o el
conocimiento aplicado. […] Por tanto, todos los problemas del conocimiento puro
son problemas de explicación.”
¿Nos
pueden señalar todos estos motivos de causa, una transición de cambio necesaria
en un futuro hipotético que supere inclusive la misma teoría de un “homo
socialis” extremo? Está claro que aceptar esta posibilidad sin una evidencia
lógica que la respalde es una hipótesis un tanto vacía, pero lo que si queda
patente es que esta opción está implícita dentro de la tesis concluyente, si
tenemos en cuenta el gran salto que se produce con el cambio de una mentalidad
primitiva a una mentalidad cognitiva madura, cada vez más próxima a la de la
mente colmena.
P.D.: Para descargar el PDF de Metodología Proyectiva completa,
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