INTRODUCCIÓN
A LA PSICOLOGÍA EVOLUTIVA PROYECTIVA.
“EL
EFECTO PUENTE.”
A
toda esta transcripción literaria analítica-sintética del método
proyectivo, se puede añadir que la precisión en el
razonamiento del esquema permite ver el diagrama como una explicación
empírica de cualquier proceso intelectual. En este contexto, el
diagrama se presenta en el plano psicológico o filosófico no como
una dualidad cartesiana marcadamente simétrica, a pesar de su
aspecto general, sino como el lugar que ocupa el hombre dentro de una
concepción universal para su correcto desarrollo intelectual. Pues
hasta ahora la interpretación filosófica a nivel biológico nos
demuestra la posibilidad accidental de un desarrollo neuronal
complejo debido a una serie de acontecimientos que se inician y
concatenan hasta la postura más actual del pensamiento humano, una
duda existencial sin resolver por motivos de una autoconciencia en
declive por el automatismo del entorno. Sin embargo, la mera
existencia de la especie, junto con su devenir incierto, nos
demuestra que el espacio y el tiempo del hombre “es” y no hay más
remedio que aceptarlo, tal y como afirmaría Heidegger. Y por lo
tanto, debemos tomar la figura del diagrama que se aproxima con mayor
exactitud a la autorrealización humana adecuada en todos sus
aspectos, como una descripción con fidelidad al hombre como un
puente entre aquellos entornos que ocupan su realidad perceptible y
su realidad virtual (futuro imaginario). Esta conclusión puede
quedar enmarcada de forma evidente, en el funcionamiento de nuestro
cerebro cuando realizamos las actividades que producen un llamado
sentimiento de bienestar: las artes plásticas, la música, el sexo y
las drogas. Resaltando que las dos últimas pueden producir adicción,
todas ellas alivian la tensión y la ansiedad, pues es interesante
destacar que cualquiera de ellas segrega endorfinas es decir, los
opiáceos propios del cerebro, la dopamina, la acetilcolina, la
oxitocina y la serotonina.
En
este aspecto, la realidad perceptible se nos representa como una
entidad físicamente evolutiva que debemos aceptar como independiente
del hombre. Y tras ese comienzo en ocupar una parte en la especiación
del universo, el hombre racional primario soluciona sus necesidades
inmediatas, en lo que parece que es un continuo enmendar sus errores
pasados, para mayor seguridad evolutiva en el devenir incierto de la
especie. En este emergente entorno de comodidad homogeneizadora, el
inconsciente del ser humano trabaja bajo el automatismo tecnológico
actual más que evidente. Sin embargo, y haciendo acopio del
diagrama, la realidad de nuestro pensamiento sigue dependiendo de la
actividad intelectual o la “imaginación activa” que diría
Freud, para enfrentarse a dilemas de mayor calado o profundidad por
la complejidad en las conclusiones que se destapan. Es entonces
cuando se precisa de un entorno heterogenizador de problemas
intelectuales, para crear un proceso de creatividad en el que el
hombre represente su papel de vehículo que interrelaciona el mundo
físico con su mundo cognitivo más consensuado. Por supuesto, este
breve razonamiento demanda de una enérgica objetividad
historigráfica y científica para un resultado consensuado, o como
he querido denominar un pensamiento “neutro”. Bajo esta
neutralidad en un principio algo idealizada, podríamos encauzar por
ejemplo la necesidad final de una administración cultural que
deseche gradualmente los intereses económicos o institucionales, en
un ejercicio de sinceridad.
CONCEPCIÓN
PSICOLÓGICA DEL PENSAMIENTO CREATIVO.
“EL
HABITAT DE UNA IDEA.”
Para
entender mejor el proceso que sigue la concepción de una idea en
estos casos, simplificaremos la cuestión a la formulación en la
resolución de problemas que propone Popper, P1→TT→EE→P2, en el
que P1 es el planteamiento inicial; TT es una solución tentativa o
teoría; EE es la eliminación de errores; y P2 sería el nuevo
planteamiento que surge de este proceso. En mi caso diríamos que el
planteamiento inicial es la idea que nos motiva, sacada como elemento
de la observación del tercer mundo, y llevada a ser contemplada bajo
un criterio de manera subjetiva. Estaríamos hablando entonces de TT
en un plano del inconsciente subjetivo. Sin embargo, aún no hemos
acertado en esa nueva hipótesis o idea que se nos plantea tan solo
desde el inconsciente en modo de intuición previa. El proceso activo
que se produce tras vislumbrar esta nueva percepción, nos obliga a
mantener una actividad orientativa que ayuda a que la idea in situ,
aflore hasta una conciencia activa. Podemos señalar esta parte del
proceso de formulación como el EE que por ejemplo, supone la
eliminación de errores en matemáticas y que en el caso de otros
tipos de expresiones pueden ser cualquier prueba sensorial
ilustrativa, permitiéndonos observar de forma consciente una suerte
de esbozo o anteproyecto. Este paso, también puede ser observado por
la psicología cognitiva como la coordinación de observables que
perturban al sujeto, en sistemas y subsistemas, para lo cual se
aplican distintos modelos de formalización lógica con los que
realizar la equilibración de la estructura inicial. De esta manera,
la idea que se trabaja hasta ese instante en el inconsciente va
emergiendo una vez contrastados los resultados, mediante un medio
sensorial para proyectarse en la conciencia. Suponiendo que todo este
proceso se aúna en un momento puntual, estaríamos hablando de un
instante en el que nuestra actividad o ejercicio cognitivo que
sugiere un proceso previo de mayor entropía intelectual, surte de
una singularidad reguladora que optimizan nuestro rendimiento, en una
función similar a las que se concentra en un punto concreto del
universo con los agujeros negros, es decir, que no podemos determinar
su predecibilidad exacta por la amplitud inherente en los factores
inferenciales endógenos y exógenos que marcan el razonamiento de la
idea. Lo que se concreta como un resultado final, es la proyección
mental de una nueva conjetura, teoría, idea, creación o en
definitiva, la nueva proposición P2. Esta concepción de
la realidad sobre el pensamiento humano establece una estructura
sintética y lógica del desarrollo en el conocimiento creativo en un
mesocosmos cognoscitivo, llamando la atención de una proyección
virtual que se consolida por las leyes de la realidad cuántica y el
sujeto transformador. Por lo tanto, el esquema geométrico nos empuja
a pensar en la proyectividad como una pauta que marca un ritmo
asignado por los resultados numéricos de los continuos procesos
consecuentes de verdades empíricas que se adaptan a la cultura
popular como el M3 (inductivas o deductivas). De este modo, podemos
decir que el diagrama que interrelaciona los mundos posibles,
aplicado de forma ineluctable a ese proceso que surte de la herencia
histórica humana del conocimiento, produce valores positivos en el
proceso de la generalidad causal.
En
este apartado no es necesario extenderse demasiado. Pues la manera en
que otros estudiosos doctos en diferentes ramas como la biología,
etología, zoología, etc. nos demuestran el error de hacerse eco de
una filosofía de la biología que iguala a todos los seres orgánicos
al mismo nivel, por su núcleo celular (una propia filogenética), el
neodarwinismo imperante que estipula la mutación de organismos nos
hace creer que no podemos diferenciarnos demasiado al resto de seres
biológicos. La necesidad comparativa con otros seres de conciencia
superior y por extensión a cualquier tipo de especie demanda de una
preservación del medio autorregulador en el que ocupan el lugar
indicado de manera ineluctable. Esta forma de afrontar una nueva
forma de pensamiento objetivo (neutral) es similar a lo que ocurre en
el ser humano a nivel antropobiológico con sus congéneres.
OTROS
RETOS DE UN MESOCOSMOS AUTORREGULADOR.
LAS
PERSONAS DEPENDIENTES.
Tras
la elaboración que hemos realizado sobre un punto virtual,
necesitado de un patrón de simetría para su desarrollo óptimo,
surgen también determinados retos en una mente adaptativa dotada de
ingeniosos mecanismos autorreguladores, que no hacen más que refutar
la verosimilitud de la teoría que aquí se plantea. Es el caso de
las personas con impedimentos sensoriales. Este tema puede plantear
controversias delicadas, pues señala de manera manifiesta como el
patrón de autogeneración de ideas puede señalar limitaciones sobre
algunos campos intelectuales, en aquellos individuos con carencias o
impedimentos desde su nacimiento. Sin embargo, el ingenio adaptativo
de la mente autorreguladora, acentúa en dichas personas la
percepción del resto de sus sentidos, revelando ciertas capacidades
muchos más elevadas que en el resto de individuos. Esto, nos desvela
la genialidad de un cerebro que alcanza sus inquietudes intelectuales
por medio de una capacidad adaptativa sorprendente, o lo que es lo
mismo, que la falta de proyección o enfoque sobre ciertos sectores
del conocimiento, acentúa la posibilidad de encontrar otros caminos
autorreguladores para un desarrollo intelectual pleno, delegando de
manera evidente la sensibilidad sobre el resto de los sentidos
funcionales.
En
definitiva, esta resolución que manifiesta el intelecto humano, nos
mueve a plantear la posibilidad de nuevas perspectivas sobre la
realidad empírica. No concluimos por tanto, que las aquellas
personas que poseen alguna de sus capacidades sensoriales mermadas
tienen un impedimento a la hora de realizar un proceso intelectual
adecuado, sino más bien ofrecen una perspectiva de la realidad mucho
más amplia a otras interpretaciones intelectuales. Eso es lo que ha
motivado a nivel psicosocial, a profundizar y adecuar en dichos
problemas que se encauzan tal y como reconocimos al inicio,
intrínsecos a la formación de una sociedad reguladora.


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