lunes, 5 de enero de 2015

Guión descontextualizado: Las diez llamadas. Part. 2

LLAMADA 6:
- ¿Hola?
- Hola, que tal. ¿Me parece oír la voz de alguien?
- No quiero que piense mal Bueno... Se ha dado la situación para que ella viniese...
- No hace falta que tema por eso. Ya sabe que no deseo saber nada sobre su persona en particular. Sin embargo, ¿has perdido de repente el miedo?
- No, no es eso. Es tal vez, la necesidad de demostrarte que no estaba completamente solo. Usted, por el contrario... No sé que hace durante todo el día al otro lado del teléfono.
- Ni falta que hace, ya lo hablamos en otras llamadas. A estas alturas espero mucho de esta conversación en particular.
- Esta conversación... ¿Hablas con otros al mismo tiempo?
- Por supuesto. Más adelante te presentaré a alguien. Ya sabes que no doy datos personales pero sólo te diré que lo conocí cuando estaba internado y aún continúo dialogando con él. ¿Pero háblame de esa otra persona que está contigo?
- Eres muy extraño. Casi pareces de otro planeta. Je, je. Pues no hay mucho que decir. La he conocido hoy mismo y me ha dicho que es enfermera o algo así.
- ¿Y me puedes pasar con ella?
- De ninguna manera. Te pido disculpas pero mientras sigas por aquí, tendré que hacerme cargo yo mismo de coger todas las llamadas de esta línea aunque vengan visitas. Y que sepas que me pones en un gran compromiso.
- Discúlpame tu a mí. ¿No te parece un buen precio nuestro intercambio de ideas? En algunos oficios estas se pagan a precio de oro.
- Eso es lo raro de todo esto. Aún no sé cual es tu verdadero interés.
- Esta bien, déjame que te aclare tan sólo una cuestión: deseo saber sin conocer. Necesito encontrar sin molestarle. Y establecer sin quedar anclado.
- ¡Eh! Eso a sonado a guión de cine independiente.
- ¿Te das cuenta todo lo que se puede sacar de un extraño?
- Pero la mayor parte de las veces, por no decir todas, las relaciones sociales se establecen en lugares comunes. Nunca a través de un teléfono.
- ¿Sabe lo que son los prejuicios? ¿Conoce el lenguaje corporal? ¿La primera impresión? ¿Las falsas apariencias? De esta forma podemos acallar al inconsciente.
- ¿Y internet? Es mucho mas barato y puedes conocer a multitud de personas sin verles el rostro.
- En internet, tarde o temprano se revelan muchos datos. Personalmente creo que el teléfono sigue siendo un medio casi privado.
- ¿No te has planteado cartearte con esas mismas personas?
- Si, ya. El romanticismo de las letras. Demasiado tiempo para una respuesta sincera. Aunque siempre es bueno alguna misiva.
- Cambiando de tema, ¿piensas seguir así eternamente?
- No, aún no te he explicado mi método.
- Ah, que además tienes un método...
- Por supuesto. No se pude razonar con uno mismo sin seguir un mínimo de cordura.
- ¿Has dicho "con uno mismo"?
- Sí, da igual. Confórmate con saber que de momento no pretendo dejar de llamarte. Volveré a llamaré próximamente.
LLAMADA 7:
- ¿Eres tú?
- En efecto. Tal y como te prometí te presento a otro "dialogante" en multiconferencia.
- ¿"Dialogante"?
- Es como le gusta llamarnos a los que nos encontramos al otro lado de su teléfono. Discúlpame si no me he presentado pero no sabía como comenzar. A diferencia de nuestro nexo de unión, no acostumbro a realizar este tipo de actividades salvo con él.
- No te preocupes. Ambos sabéis la regla de oro, nada de datos.
- Por supuesto, no te preocupes. ¿Por otro lado, sabe usted que tiene mucha suerte?
- ¿Quién, yo?
- Antes de contactar con usted, él me ha dicho que aun no han llegado a la décima llamada.
- Pero... ¿qué ocurre tras dicha llamada?
- Nada, si después continua con su "jueguecito".
- ¿Qué quiere decir?
- Que yo mismo llevo más de dos años hablando con este individuo por teléfono y mi vida no ha cambiado en nada.
- Entonces, quiere decir que lo que tenga que suceder debe ser antes de la llamada numero diez.
- Bueno ya está bien. Mis métodos y procedimientos, no son lo que interesa en esta conversación.
- Eso será para usted. Yo aun espero descubrir como hemos llegado a esta situación tan absurda. Hablo dos y tres veces por semanas por teléfono con completos desconocidos y no obtengo más que respuestas vacías y absurdos planteamientos que no son rentables a mi perdida de tiempo. ¿Y todo por qué? Todo por mantener la esperanza en una promesa que aun desconozco. ¿Para qué me pone  contactar con alguien que me puede facilitar respuestas a sus oscuras intenciones, si luego no quiere que comente nada?
- Pero no se preocupe por eso, hombre. "Doc" es un buen hombre.
- ¿"Doc"?
- Si, es como he decidido llamarlo después de mucho tiempo. Es el diminutivo de doctor. ¿A qué parece un verdadero hombre de medicina? No se a que se dedica en realidad pero me gusta creer que está relacionado con la neurociencia.
- Pues ahora que lo dice...
- ¿Sabe una cosa? Aunque se del temor de "Doc" a revelar datos a través de la línea, le voy a contar algo sobre mi historia personal. Gracias a mi relación con nuestro intermediario anónimo yo pude abandonar el antiguo local donde me hospedaba.
- No imagino que eso sea una suerte.
- Bueno, tal vez se me ha olvidado comentar que yo me encontraba internado en un centro.
- ¿Un centro?
- Sí, un centro psiquiátrico.
- De una manera o de otra siempre se puede ayudar a quien verdaderamente lo necesita. Mi respuesta a las necesidades de mi querido amigo fueron una salvaguarda para su conducta en el pasado. Yo me alegro de que eso le sirva para conciliar la paz interior y poder abandonar ese lugar de confinamiento.
- Por lo que me dicen los dos, esta relación fue mas interesante de lo que comentan, ¿cómo puede decir que no ha cambiado nada en su vida después de dos años?
- Porque tal y como le he dicho, después de todo ese tiempo no he logrado saber más de él que de usted. Nunca le he visto el rostro, me a hecho una visita o comentado algo que no sea producto de su investigación. Ahora entenderá porque le he apodado "Doc".
- Creo que me hago una idea.
- Y yo creo que ya es tiempo de cerrar esta conversación.
- Ha sido un placer.
- Lo mismo digo.
LLAMADA 8:
- Buenas tardes, compañero.
- Muy buenas. Percibo cierto cambio de actitud. Tu acercamiento me produce una confianza recíproca.
- Me pareció interesante y esclarecedora la ultima conversación. Aunque sigo manteniendo cierto recelo.
- Es lógico. ¿Qué opinas sobre la persona del otro "dialogante"? ¿Has llegado a alguna conclusión?  
- Me parece interesante, aun más por supuesto, la relación que has mantenido con un completo desconocido. ¿Cómo logras mantener las distancias y la privacidad a pesar del período tan grande de conversaciones tan personales? 
- Gracias al teléfono. Ya te lo he dicho.
- Por otro lado, me ha llamado mucho la atención el comentario del otro oyente sobre las diez llamadas. ¿A que se refería en concreto?
- Bueno, él pudo ganarse mi confianza en ese tiempo. A veces es un ejercicio muy sano descubrir las intenciones en determinados individuos con más cercanía. Por eso me ha llegado tanto tu salto, creo que es favorable para ambos. Sin embargo, es demasiado pronto para hablar sobre mi forma de trabajo.
- ¿Volveré a hablar con él en algún momento?
- Eso depende únicamente de ti. Yo espero que no.
- Es decir que el tope de diez llamadas por "dialogante" es un concepto digamos... ¿negativo? ¿O a caso es alguna prueba?
- Lo es y lo sabes. Todas las llamadas desde la primera, son una prueba. Ya te lo dije.
- Sí, vale. Pero se trata de algo concreto dentro de las pruebas, ¿no es verdad?
- Podría decirse. Pero ya está bien de hablar de mi forma de actuar. Háblame más sobre la otra persona.
- ¿Qué quieres que te diga?
- No se, tal vez algo sobre nuestra forma de comunicarnos. Los lazos de interés que hemos creado. ¿Qué puede tener esa persona, para que yo mantenga durante más de dos años este mismo tipo de relación?
- La verdad es que no he visto nada fuera de lugar. Me ha parecido curioso y nada más.
- Cuelga el teléfono de una vez. Esto se ha acabado.
- Pero que he dicho...
LLAMADA 9:
- ¿Hola?
- Hola. ¿Cómo estás hoy?
- Como de costumbre.  
- ¿Aún no ha cambiado nada desde la última llamada?
- ¿Qué debe cambiar? Noto cierto aire de tristeza en tu voz.
- Quiero que cuelgues este teléfono de una vez. Te lo pido por favor…
- ¿A qué se debe este cambio tan repentino? No logro comprender tú actitud.
LLAMADA 10:
- Hola, ¿amigo?
- No vas a dejar el teléfono por más que lo desee, ¿no es así?
- Sigo sin saber a que pretendes. ¿No entiendo que tipo de juego es este?
- Simplemente, este juego se termina aquí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario