LLAMADA 1:
- ¿Sí, diga me?
- Hola, buenas tardes. Quería decirle que le vigilo.
- Disculpe... ¿Cómo dice?
- Le digo que le vigilo. ¿Qué piensa hacer al
respecto?
- Pero... ¿qué diantres es esto? ¿Es acaso una broma?
- No es ninguna broma.
- ¿A caso he cometido algún crimen?
- Esta bien, ya nos conocemos algo mejor...
LLAMADA 2:
- ¿Si, diga me?
- Hola, soy yo de nuevo.
- ¡Oiga! Estoy a punto de hablar con la policía. ¿Se
puede saber que es lo que pretende?
- Está bien, de acuerdo. Es usted un hombre directo...
Desea saber mis intenciones, sin conocer mi identidad.
- ¿Quizá prefiera que acuda de forma directa a la
policía, como he advertido.
- Discúlpeme de nuevo, solo buscaba una serie de
reacciones.
- ¿Podría decirme de que se trata? ¿Está realizando
algún tipo de encuesta? ¿Es miembro de alguna secta? ¿O simplemente quiere
martirizarme?
- ¡Oh, no! Eso sería lo último, amigo. Veo que me he
colado en su zona de confort.
- ¿De qué demonios habla? ¿Quiere decirme de una vez
cuál es su intención?
- No se exalte. Digamos que puedo ser su oportunidad y
como tal quiero conocerle.
- Aún sigo pensando que debería colgarle y dar
parte de esto a las autoridades.
- Ya, pero recuerde que he entrado en su zona de
confort y desea saber más. ¿No estoy en lo cierto?
- Está bien. Si le digo que continúo en línea
por miedo. Usted podría ser cualquiera, incluso un psicópata y no quisiera
enfurecerle.
- Lo comprendo.
LLAMADA 3:
- ¿Quien llama?
- Ya veo que algo se ha movido en su interior durante
estos días, sin mi llamada.
- ¿Qué sabe usted?
-
No ha sido hasta la tercera llamada, en que usted ha iniciado la comunicación
con una duda exasperante. ¿A caso ha esperado mi llamada con recelo?
-
Es usted un poco extraño. No le voy a negar que esperaba su llamada pero eso no
significa nada. Las noticias hablan
de sucesos.
-
Hasta el momento no le he pedido ningún dato personal. Ni siquiera es de mi
interés. No tiene que preocuparse por eso.
-
Le recuerdo que fue usted quien me dijo en la primera llamada que me vigilaba.
Podría haber recabado información y ahora busca sonsacarme cualquier dato sin
que me percate.
-
Es normal que piense de esa manera. En mi defensa le diré que no le vigilaba.
Todo lo que le dije era necesario.
-
¿Necesario? ¿Para qué?
-
Para conocerle mejor, ya se lo he dicho.
-
Esto es demasiado extraño.
De acuerdo, puesto que ha llamado mi atención y no busca datos personales,
permítame ponerme en su situación. Por su... llamémoslo "juego" o
"siniestro interés", es usted una de las siguientes cosas: o bien
dispone de tiempo y dinero suficiente para malgastarlo de esta forma o bien, es
un sociópata con un morbo increíble por los desconocidos.
-
Tal vez se haya acercado usted demasiado. Se ve que es un hombre despierto.
Esta claro que tendrá que confiar en mi propia defensa si quiere saber algo más
sobre mi persona.
-
Es decir, que debo confiar en que su causa
es la primera opción y no acudir a
la policía.
-
Correcto. Además, si lo hiciera tampoco arreglaríamos nada, ¿no cree?
-
Dice que no sabe ni desea conocer mis datos personales pero si sobre mi
persona.
-
Eso es.
-
¿Entonces, me está diciendo que ha cogido un número de teléfono al azar?
-
Exacto.
-
A caso, ¿ha usado una guía de teléfonos, al menos?
-
No.
-
¿Qué criterio dice usted que ha seguido para llamar aquí y no a otro lugar
cualquiera?
-
¿Quién le dice que no he llamado a otros números?
-
Es usted demasiado extraño. ¿Dedica el tiempo ha realizar llamadas a
desconocidos, haciendo cuestiones psicológicas a sus propietarios?
-
Más o menos.
-
¿Y no ha tenido problemas con los idiomas?
-
Hasta el momento, no.
LLAMADA
4:
-
¿Eres tú?
-
Sí, ¿me esperabas?
-
Después de las ultimas llamadas, por supuesto. ¿Y qué va a ser hoy?
-
¿Qué desea saber usted?
-
Pues, supongo que es un hombre solitario. ¿No es así?
-
Aunque dijimos que nada de cuestiones personales... que diantres, al final son
las cuestiones personales las que nos hacen personas. Sí, y me da la impresión
que nos parecemos demasiado en esta cuestión.
-
¿Por qué piensa eso?
-
Le he llamado unas cuantas veces, a distintas horas del día. He deducido que
está en paro y que vive solo.
-
No quiero hablar sobre eso. Dijimos claramente que nada de temas personales.
-
Esta bien, de acuerdo. Pero ha sido usted quien se ha interesado primero por
una cuestión personal. Creí que era justo que nos sinceráramos ambas partes.
-
Cambiando de tema, ¿por qué siempre cuelga sin decir nada antes? No se despide,
no comenta nada respecto a la próxima llamada. Simplemente cuelga.
Una
risa escueta fue lo ultimo que se oyó al otro lado.
LLAMADA
5:
-
Oiga, me ha molestado bastante su actitud en la última de sus llamadas. Le hice
una cuestión y casi me dejó con la palabra en la boca.
-
Lo siento mucho pero piense que todo esto tiene un motivo. Mantenga siempre en
mente que soy su oportunidad.
-
Me tiene sin cuidado, creo que nadie tiene porque soportar este trato.
-
Esta bien me disculpo sinceramente. Le aseguro que no fue mi intención faltar al respeto. Con su comportamiento me demuestra que es usted humano pero
también, que le interesa más de lo que parece mi comportamiento.
-
No soy un experto en relaciones sociales pero está claro que si alguien
comienza un dialogo no tantea de esa manera a los desconocidos, a menos que
este sea su doctor
-
Me encanta. -Se oye una risa.- Creo que es usted perfecto.
-
¿Ahora me adula?
-
Sí, así es. De vez en cuando es necesario y en este caso lo es.
-
Mientras continúe con estas formas no tendré manera de tratarle en próximos
contactos.
-
¿Por qué no? Solo tiene que ser usted mismo.
-
¿Eso es lo único que busca?
-
Y ¿qué cree que plantean sus reacciones a mi conducta, si no respuestas a mis
cuestiones?
-
Un momento, justo ahora me he perdido.
-
No se preocupe. No es necesario que nos entendamos en todas las escalas.
-
¿Sabes qué ocurre?
-
Adelante.
-
Si continuas con ese tipo de dialogo, terminarás por perder mi curiosidad.
-
Tienes razón. Al final, todos los hombres buscamos comprender y hacernos
comprender. Omitiré mis pensamientos y opiniones personales de ahora en
adelante, a no ser claro está, que usted me
lo pida. Le llamaré pasado
mañana.
-
Pero...